La comisión ejecutiva municipal del PSOE ha pedido la dimisión del alcalde de la ciudad, Enrique Moresco, "por el desalojo forzado del salón de plenos ordenado por Leocadia Benavente, el pasado lunes y, especialmente, por la salida de tono del propio Moresco atacando a los trabajadores que estaban reivindicando sus derechos, y pidiendo la devolución de la asignación de los ediles de la oposición".
El secretario local socialista, David de la Encina, ha querido dejar claro que el Grupo Socialista no se fue del Ayuntamiento. “Los concejales del PSOE lo que hicimos fue abandonar el salón de plenos en solidaridad con los ciudadanos desalojados. En ningún momento hicimos dejación de nuestras funciones y, de hecho, una vez que salimos, el pleno duró unos 10 minutos más”.
En cuanto a la actitud del alcalde, "que ese día no estaba en la ciudad, sino en un acto del PP en Córdoba", destaca que “en lugar de lamentar la falta de talante de su número dos, o de pedir disculpas por el bochornoso desalojo del público, tiene la ocurrencia de pedir dinero a la oposición”.
Al respecto, explica De la Encina que “lo que los concejales de la oposición tenemos es una asignación fija al mes que ronda los 250 euros, y que en el caso del PSOE se dona de forma íntegra al partido. Por tanto, no tenemos sueldo ni dieta por plenos. Pero si quiere que lo devolvamos lo haremos por la parte proporcional de los 10 minutos que no estuvimos en el pleno, y se lo daremos encantados”.
“Siempre y cuando, ─continúa el portavoz─, él como alcalde, devuelva el dinero del día entero que no estuvo ni en el pleno ni en la ciudad, sino en un Congreso del PP en Córdoba, cuando lo que se estaba debatiendo en el Ayuntamiento era la importante subida de tasas e impuestos para los portuenses, como la subida del 40% en las tasas del mercado; del 10% en la del cementerio; del 7,8% en la basura o el 13% del IBI”.
De hecho, el PSOE ha ido a más indicando que “lo que debería hacer Enrique Moresco es devolver su parte del sueldo; el dinero de los dos escoltas que fueron con él a Córdoba y cuyo sueldo pagamos todos los portuenses; y el dinero de la gasolina que se le echó al coche oficial, que usó para un viaje de índole partidista”.
Y es que como aseguró De la Encina “ese día el señor Enrique Moresco no trabajó para la ciudad de El Puerto, sino para sus propios intereses en Córdoba”.