Recuperar el patrimonio industrial en desuso no es difícil y no tiene por qué ser muy caro. Es la principal reflexión que han extraído los técnicos sevillanos que participaban ayer en la conferencia final del proyecto B-Team, que pretende impulsar políticas destinadas a la recuperación y aprovechamiento del patrimonio industrial abandonado en Europa.
El encuentro, en el que participan catorce administraciones e instituciones de ciudades europeas -entre ellas Sevilla- está encabezado por el Ayuntamiento de Belfast (Irlanda del Norte) y cuenta con el respaldo del programa Interreg de cooperación transnacional en materia de ordenación territorial y desarrollo regional.
Técnicos y políticos implicados en la recuperación del patrimonio industrial en desuso, muchos de ellos abandonados, han intercambiado impresiones y experiencias, que en muchos casos han dejado a los de casa con la sensación de que “Sevilla está en otra línea, el turismo y los hoteles lo primero, como con Altadis”, aunque reconocen que los europeos se han traído “sus mejores galas”.
Problema no, posibilidad
Pero aunque Sevilla tenga un amplio catálogo de espacios industriales abandonados y en desuso, desde la Fábrica de Artillería hasta los corrales de artesanos de la calle Castelar, tal cantidad y tal variedad “más que un problema es una posibilidad”. “Sólo nos falta esa perspectiva”, dice el arquitecto Bernardo Gómez, convencido de que esos espacios tienen futuro.
Y dar vida a ese patrimonio no parece que sea ni tan difícil ni tan caro, a tenor de las experiencias que se han aportado en B-Team. Como el Ministerio de Fluxus, en Kaunas, un espacio de 6.400 metros cuadrados que fue rehabilitado por sólo 30.000 euros y que ahora acoge un espacio para creadores y emprendedores en los que es la propia iniciativa privada la que determina su uso.
O los astilleros de Belfast, donde se construyó el Titanic, en el que se realizó una planificación urbanística integral que ahora sirve de base para empresas relacionadas con el diseño, la arquitectura o la cultura. O en Leipzig, donde se apostó por recuperar los antiguos talleres existentes en la ciudad para uso de pequeños emprendedores, consiguiendo la revitalización del centro y de su economía.
Creatividad y libertad
Hay dos ideas: “se apuesta por la cultura y la creatividad y se da libertad al emprendedor”, dice Gómez, que explica que las administraciones vigilan pero “confían” en la iniciativa privada para recuperar esos espacios.
También ha quedado claro que ya no es el tiempo de inversiones o préstamos a fondo perdido: hay que garantizar la rentabilidad de los proyectos a futuro, en términos de rentabilidad económica pero, sobre todo, social, quizás el punto en el que fallen más las administraciones.
Antes de la exposición de estos ejemplos, el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, inauguraba el encuentro, donde algunos asistentes habían preparado un folleto con doce edificios abandonados que no fue finalmente repartido pero que sí llegó a las manos del regidor hispalense.
Zoido aprovechaba el encuentro para defender el “intenso trabajo” de la Administración local para “reactivar con nuevos usos alternativos” las antiguas instalaciones de la multinacional Altadis y apostaba por “recuperar lo antes posible” la antigua Fábrica de Artillería, edificada en 1782 y declarada Bien de Interés Cultural (BIC), a fin de que albergue actividades “de valor” para la ciudad.
Las experiencias
Con un catálogo en la mano sobre el patrimonio industrial de Sevilla, exponía algunas experiencias para “reutilizar el pasado para avanzar hacia el futuro”: las antiguas naves de Singer como talleres de cerámica (ahora cerrados) o el proyecto (futuro) para convertir en mercado gourmet las antiguas naves del Barranco.
Consideraba dos espacios simbólicos las instalaciones de Altadis y la antigua Fábrica de Artillería, pues ambos espacios esperan aún un destino concreto que resuelva su potencial dado su estratégico enclave, el primero con el condicionante de las normas urbanísticas y, el segundo, su alto coste de rehabilitación.
El PSOE pide a Zoido que deje las homilías
El PSOE ha exigido al alcalde que deje “de una vez sus homilías y pase a la acción”, planteando un calendario “real” de rehabilitación para la antigua fábrica de vidrios La Trinidad y aportando soluciones para que salga adelante “cuanto antes” el proyecto del Caixafórum en las Reales Atarazanas.
En declaraciones a Europa Press, la concejal socialista Mercedes de Pablos ha indicado que Zoido ha perdido una “magnífica oportunidad” en el foro B-Team para presentar un calendario de recuperación “real” de la Fábrica de Artillería, ante el mal estado que presentan zonas como sus cubiertas; además de para realizar una catalogación patrimonial de las piezas y etnológica. Asimismo, insta a acordar un uso cultural, de ocio o un equipamiento para este espacio de la mano de otras Administraciones.
“Una vez más, Zoido demuestra que lo que se le da bien son las homilías. Se sabe el catecismo del buen urbanista pero los mandamientos se le van al cielo a la hora de tomar decisiones”, critica.
Así, insta al primer edil hispalense a “dejar de dar discursos y ofrecer soluciones” a La Caixa, que tiene una “paciencia infinita”, para el proyecto de las Atarazanas, una iniciativa “estrella con un arquitecto de proyección industrial, Guillermo Vázquez Consuegra”. “Respaldamos que se proteja, pero Zoido tiene que dejar a un lado los discursos y dar una solución a la empresa que ha demostrado apostar más por la cultura que el propio Ayuntamiento.
Por último, ha reclamado a Zoido que “no pierda la oportunidad”, recordando que ya hay informes de la Junta y de Patrimonio, y ha insistido en que “si hace falta un plan, pues que lo ponga encima de la mesa y actúe de una vez”.