El tiempo en: Ayamonte
Miércoles 13/11/2024
 
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Campo de Gibraltar

“Con el puerto y la industria, no sé cómo tenemos tanto paro”

Miguel Aberto Díaz valora en una entrevista para EL FARO su regreso al mundo sindical, en un momento de profunda crisis económica y laboral y en la antesala de una Huelga General.

Publicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
  • Miguel Alberto Díaz -

Miguel Alberto Díaz era elegido hace unos días coordinador comarcal de la Federación de Servicios a la Ciudadanía (FSC-CCOO).  De esta manera, retorna a la actividad sindical en una federación que es una de las más importantes ya que engloba los sectores servicios públicos, transportes, telecomunicaciones o mar.

Entró en CCOO en 1976, ocupando en esta primera etapa los cargos de secretario local y responsable del Metal. En la década de los noventa asumió la secretaría comarcal, que dejó en 2001 para formar parte de la ejecutiva provincial de empleo de CCOO, su último cargo de responsabilidad.

—La primera pregunta es obligada. ¿Cómo se siente al volver a CCOO?
—Yo empecé muy joven y en unos momentos muy complicados. Tenía 17 años y estaba empezando la democracia y eso significaba que era momentos complejos. Viví también tiempos complicados como fue la crisis del petróleo, problemas de localización de empresa, aquellas que se iban de aquí, la de conservas de pescados, el polígono de Campamento...
Hemos vivido momentos difíciles y aunque ninguna etapa es comparable una con otra, dicen que las comparaciones son odiosas. Ahora también son momentos difíciles y yo he creído conveniente, porque así me lo decía mucha gente, que tenía que apoyar y, sobre todo, uno de los movimientos más dignos y más sanos de la Democracia, que es el movimiento sindical, que está siendo atacado por todos los sitios, por todos los que son el poder económico, el poder político, que es la Derecha, y sobre todo que están intentando quitar uno de los pilares básicos de la Democracia, que es el movimiento sindical 
—¿Ilusionado, por tanto?
—Claro que sí. La ilusión se puede entender de que vuelvo a estar en un sitio bueno para usar por los trabajadores. Y cuando te enteras todos los días de los problemas que tiene la gente, como el viernes, cuando murió una persona al suicidarse por un desahucio, creo que estás son las consecuencias de lo que está pasando y de lo que va a venir.
Yo se lo explicaba mucho a mi hijo, que la Democracia y los derechos sociales, las conquistas sociales y los servicios públicos no eran algo que viniera regalado, sino que se ha conseguido con mucha lucha, gente que dieron su vida, muchos años de cárcel. Hubo un momento que había más de 7.000 andaluces en las prisiones por luchar por defender temas como la libertad o los derechos sociales y sindicales. Por tanto, nadie nunca nos ha regalado nada.
Y ahora viene la Derecha, la política y la económica, a quitarnos los derechos básicos.
Aquí hace uno la política para los poderosos y ricos y otros no. Porque hay gente a los que les jode que el hijo de un trabajador vaya a la Universidad, que tenga una becas, unas tasas bajas... que en un Hospital no se sepa bien cuándo se está operando, que en la lista de espera no haya privilegios, que no dependa, como ocurre en Estados Unidos y ya está empezando en España, que dependiendo del seguro privado que tenga, recibirá una mejor asistencia sanitaria.
En temas como Educación o Ley de la Dependencia, que han sido una conquista tremenda por parte de los trabajadores, ahora no se puede quitar, porque es lo que hace la igualdad, algo que hemos reivindicado siempre.
Por eso he tenido que dar este paso. Sabemos que son momentos difíciles, que no ayudan a estar muy feliz, pero hay que hacerlo, y como uno viene con una conciencia de clase, tenía que dar este paso.    
—Empezó en el Metal y ahora está con la Ciudadanía. ¿Qué sectores engloba su cargo?
—Yo he sido secretario comarcal durante 25 años y me encargaba de la coordinación de las ramas del sindicato y también de lo socio-político, las infraestructuras... Ahora es algo distinto.
Hay que tener en cuenta que hay 2.000 afiliados, 150 cuadros sindicales, es una Federación Importante, porque tiene todos los servicios públicos, las administraciones públicas, tanto de la Junta, del Estado, locales, de Diputación... pero también sectores estratégicos de nuestra comarca como es el puerto, con la pesca, la Marina Mercante, la estiba, etcétera. Pero también el sector de la carretera: ambulancias, las carreteras de larga distancia, autobuses..., Correos y Telégrafos, Telefónica, las nuevas tecnologías...
Por lo tanto, es un sector que tiene mucho que decir, mucho que hacer, y ahora lo que estoy haciendo son multitud de convenios colectivos, como el del agua. He participado en el acuerdo con TTI, aunque aún no estaba nombrado en el cargo, pero creo que se consiguió un buen acuerdo.
Tajo hay porque, por un lado, están los servicios públicos, que están amenazados por los decretos del Gobierno, quitando las pagas extras, los derechos de los propios trabajadores, los despidos... Se pretende desprestigiar a los trabajadores públicos, pero la realidad es que, desprestigiando a los trabajadores públicos, lo que se pretende es eliminar los servicios públicos.
En cuanto al sector privado, lo que pretenden es conseguir que la reforma laboral se aplique y que se pierdan derechos adquiridos después de muchos convenios y peleas.
Lo que está haciendo el PP, el Gobierno de Derechas, es dar alas a lo más salvaje del empresariado y eso es fuente de conflicto, como estamos viendo cada día.  
—El día 14 hay una Huelga General. ¿Espera un respaldo masivo?
—Yo hablo desde mi sector. Nosotros hemos llegado a un acuerdo con las organizaciones sindicales mayoritarias que trabajan en el puerto, con Coordinadora, SAME, UGT y Comisiones, y está garantizado el trabajo.
Después, en lo que son los servicios de transportes, están negociados unos servicios mínimos a nivel de Andalucía y de España, que va a posibilitar un amplio seguimiento de la huelga.
—¿Cuál es tú objetivo en tu vuelta?
—El objetivo es fortalecer. Comisiones Obreras es una organización de trabajadores. Muchos han pretendido, no solamente el actual Gobierno y la actual patronal, se han querido cargar el movimiento sindical desde hace muchos años, es una máxima, pero no lo consiguieron en el Franquismo, ni en la Transición ni ahora. Los trabajadores siempre se organizan. Desde 1957, cuando se creó CCOO en la mina de La Camocha o en el Marco de Jerez, siempre los trabajadores se han organizado sea en un sindicato o en otro. Los trabajadores tienen que organizarse porque los empresarios parece que traen, como dice la canción de Al Alba, “hambre atrasada” y parece que quieren cargársela.
Luego, no siempre es cuestión laboral. La movilización del día 14 tiene más de 200 organizaciones sociales como en la Educación, la Asociación de Padres de Alumnos lo apoya, si hablamos de Sanidad, todas las asociaciones, o los movimientos sociales que también están viendo que están discutiendo su papel.
Se está creando una sociedad donde haya mucha beneficencia, mucha caridad, que es una cuestión voluntariosa de los poderosos, y quitar derechos a la gente. Yo no quiero que me den de comer, ni que me manden a un  comedor benéfico, como tampoco quiero que me quiten los derechos, el derecho al desempleo, que no quiten puestos de trabajo, que lo que está haciendo el Gobierno es eso. Y muestra de la situación tan crítica que se está viviendo son los 42.000 parados que hay en la comarca. Es algo que clama al cielo, y encima no ha dimitido nadie del Partido Popular, no sé por qué. Si esto lo llega a hacer otro partido, la gente estaría... seguro que alguien habría dimitido ya ¿por qué no lo hace esta gente?
—Ha dicho una de las palabras malditas, el paro. Esto hay que arreglarlo. ¿Cómo?
—No entiendo cómo puede haber tanto desempleo en esta zona con el Polígono Industrial que tenemos, el más importante de Andalucía, y el puerto más importante de Andalucía y de España. Habrá que buscar fórmulas para que la pequeña y mediana empresa se pueden nuclear en torno a las grandes empresas y al puerto y conseguir de alguna manera un lucha en la que podamos conseguir se vertebren pequeñas y medianas empresas alrededor. Esta es una cosa que llevo reivindicando desde hace mucho tiempo, sobretodo en infraestructuras. Es inconcebible que el puerto de Valencia tenga cuatro autopistas que entren dentro, que tengan cuatro líneas ferroviarias que entren y Algeciras, para culminar la suya, sigue viviendo con los planteamientos de hace un siglo, cuando llegó el primer tren a Jimena.
—¿Actualmente hay algún conflicto laboral?
—Lo que queremos es que se mantengan las negociaciones colectivas. Esperamos que no se privatice el Puerto de Algeciras ni liberalizar los servicios del puerto. Creo que tienen que tomar conciencia, el empresario pequeño y mediano, al que le duele más esta situación, que cuanto más pobres sean los trabajadores, y ellos son los principales usuarios de una sociedad de consumo, menos van a consumir y gastar. Por lo tanto, a nadie le interesa que los trabajadores pierdan todos los derechos, porque si se quedan sin opción de comprar van a llevar al país a la ruina, que va a camino.
—¿Y el Ayuntamiento?
—Estoy escuchando muchas declaraciones y esto es como el Doctor Jekyll y Mr. Hyde. No se puede estar pidiendo políticas de empleo aquí en Algeciras cuando es el Gobierno Central... el mismo alcalde, que es diputado que da en el botón que se anulan todas las políticas, las de empleo, la de dependencia, los dineros de sanidad y educación se están recortando desde Madrid, están asfixiando a todo el sistema, los pilares del bienestar.
Si alguien tenía duda de la diferencia a la hora de gobernar de unos y otros ya se está dando cuenta. Se gobierna para los poderosos. Dicen “no hay dinero”. Pero sí hay dinero para darle cien mil millones a los bancos, o para eximir del IBI a la Iglesia o para que haya una amnistía fiscal para gente de dudoso prestigio que han estado blanqueando dinero pero se quiere cuestionar derechos fundamentales como la sanidad y la educación.
—¿Cómo ve la situación de los trabajadores de los ayuntamientos de Los Barrios y La Línea?
—Aunque aún estoy aterrizando, precisamente el jueves tuve contactos políticos y sindicales en Los Barrios. Los que me conocen saben que soy una persona de diálogo, de propuestas, de lucha... Pero yo estoy intentando buscar soluciones. Estuve con la sección sindical de Comisiones de Los Barrios, he tenido contactos políticos... He hablado con la alcaldesa de La Línea y el viernes con sus trabajadores.
Una de las primeras cosas que hemos conseguido, con una labor callada, es que la residencia Tiempo Libre de La Línea no se cierre. Son 130 puestos de trabajo. Ya ha merecido la pena estar aquí. Es fruto del trabajo de los trabajadores que han luchado allí, de la unidad sindical de UGT y CCOO, pero también de la alcaldesa y los parlamentarios que han ayudado. Y sobretodo de la predisposición de Angelines, la delegada provincial, que ha luchado porque no se cierre. Hay que luchar mucho, pelear... Yo admiro a los trabajadores de La Línea y de Los Barrios por la lucha tan digna que están defendiendo por sus puestos de trabajo. Esto honra a los trabajadores de la comarca.
—Y el tema de la pesca, ¿cómo lo ve?
—Nos parece escandaloso que, por ejemplo, desde la llegada del Partido Popular ya no se puede pescar ni en Marruecos, ni en el Golfo de Cádiz, ni en Gibraltar. No sé que política pesquera es ésta. Me parece muy fuerte.
Muchas veces las críticas gratuitas que se dan... El acuerdo al que llegamos hace doce años, algunos la criticaron. Abel Matutes, entonces ministro del PP, dijo que lo iba a colgar en el cuarto de baño de su casa. Pues ha durado doce años y ahora esperemos que sean capaces de sacar adelante su propuesta. Pero desde el enfrentamiento no vale. Hacen falta más ideas, más propuestas, más diálogo y si hay que ir a la confrontación se va, pero siempre cuando se agoten las otras opciones.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN