El Albergue Municipal, dependiente de la Fundación Centro de Acogida San José, acaba de estrenar una sala dedicada a las mujeres, que en adelante no deberán compartir dormitorio y baño con los varones acogidos. La puesta en marcha de esta nueva infraestructura coincide prácticamente con la llegada del periodo invernal, el periodo del año más sensible para un servicio que atiende a personas sin hogar y que parece imprescindible en un contexto de crisis económica.
Esta última circunstancia está provocando una cierta variación en el perfil habitual de las personas atendidas por el Albergue Municipal, hasta el punto de que los jóvenes de edades comprendidas entre los 18 y 25 años representan ya casi el 16 por ciento del global de personas atendidas por los servicios de baja exigencia.
La propia alcaldesa, María José García-Pelayo, reconoció ayer tras visitar las nuevas dependencias que esta presencia de jóvenes evidencia “que la crisis reclama medios y atención”, porque en otra coyuntura económica estas personas no serían “usuarios habituales” de este tipo de recursos.
En 2011, el centro atendió a 957 personas, de las que 345 entraron por el programa de baja exigencia, que atiende las urgencias más inmediatas y que son incorporadas al programa de inserción social.
Además, los equipos de calle del Albergue Municipal atendieron a 116 personas y otras 498 más pasaron por sus instalaciones. El 95 por ciento de los asistidos en baja exigencia son hombres, con predominio de españoles (74 por ciento). La franja de edad más numerosa es la comprendida entre los 36 y los 45 años (32,46 por ciento).
Con la apertura de la Sala de las Mujeres se amplía en cinco plazas la capacidad del Albergue Municipal, quedando de la siguiente manera: 25 en albergue (20 hombres y 5 mujeres) y 17 de baja intensidad (12 hombres y 5 mujeres). Las obras satisfacen una antigua demanda social, al tiempo que dan respuesta a los sectores más desfavorecidos de la población.