La Real Sociedad de Philippe Montanier se rehizo del temprano tanto encajado en Mestalla para acabar vapuleando al Valencia (2-5) en la decimocuarta jornada de la Liga BBVA, lo que descontentó a los aficionados valencianistas con la primera derrota en casa, y sirvió a la Real para obtener su segunda victoria a domicilio tras la de la Rosaleda.
Un Valencia con confianza plena en su feudo, donde sólo se había dejado dos puntos, encaró el choque frente a su inmediato perseguidor en Liga. El fiasco de Málaga obligaba a Pellegrino a lavarse la cara. Por su parte, las urgencias de la Real Sociedad venían por la eliminación de Copa frente a un 'segunda' como el Córdoba. Difícil de solventar teniendo en cuenta las ausencias de Illarramendi, Markel y Elustondo, los tres pivotes defensivos de Philippe Montanier.
Un inicio raudo valió a los locales para adelantarse en el marcador cuando la 'curva nord' apenas había calentado sus gargantas. Gago filtró un balón en largo por detrás de la defensa hacia Bernat, muy incisivo, que sólo tuvo que dársela al capitán 'che', Soldado. El ariete anotó su sexto tanto en la competición doméstica, demostrando que le hace falta muy poco para generar peligro.
Los vascos tardaron en digerir el duro golpe encajado. Gago y Banega dominaron el centro del campo, pidiendo gozar de más minutos juntos. El canterano Bernat y Feghouli facilitaron la tarea, jugando pegados a la línea de cal dando amplitud al terreno de juego. Los ausentes Guardado y Viera no se echaban de menos.
La Real comenzó a dar uso a sus armas. Montanier configuró un equipo ofensivo con Rubén Pardo en el centro del campo, y puntales ofensivos que pedían velocidad y contraataques en cada jugada. Así, apareció el mexicano Vela, para que Griezmann se topara con el larguero tras desviar Alves. El guardameta absorbió todo el protagonismo, con varias paradas que evitaron el empate, una de ellas a Ifran estirando al máximo sus guantes.
Tras el dominio visitante, se pasó a una fase de alternancia. Bien es cierto que el Valencia no inquietó a Bravo, sólo en un tanto anulado a Soldado. Se acercaba el pitido de Clos Gómez para mandar a los jugadores al descanso cuando De la Bella dejó boquiabiertos a los espectadores. Recogió el pase vertical de Zurutuza para, dejando pasar el balón entre sus piernas, plantar a Alves y anotar. Se completó la desgracia local, que se había quedado sin Jonas, expulsado, unos minutos antes.
UN VALENCIA HERIDO SE DESANGRA
Los de Pellegrino no pudieron sino agarrarse al pundonor. Sin embargo, un arrebato momentáneo dejó paso al dominio absoluto de los de San Sebastián. Un corner prolongado al segundo palo encontró a Mikel, que puso por delante a la Real. De seguido, un balón en largo habilitó a Ifrán para anotar el tercero, lo que supuso el estallido de Mestalla, con pitos y pañuelos.
Se cambiaron los roles. La Real tenía el balón; el Valencia corría a la contra. Se echaron de menos Guardado y Viera, y salieron. Llegó el gol de Soldado, séptimo. Sirvió para otorgar osadía a sus compañeros, pero no vieron portería. Si lo hizo Agirretxe, y Vela, de penalti, para dar la puntilla de una Real Sociedad madura, que mantuvo el tipo, venció por segunda vez en el año en Mestalla y supera en la clasificación al Valencia.