En la oposición están indignados con la postura adoptada por el equipo municipal de Gobierno. Hablan de "chantaje político" y tanto PSOE como IU reclaman a la alcaldesa "que dé la cara", pues está sistemáticamente apartándose de los asuntos complejos que rodean últimamente a su equipo de Gobierno.
El viceportavoz local del PSOE, Ricardo López, ha avisado que “nos negamos a seguirle el juego al Partido Popular y exigimos en primer lugar, que el equipo de Gobierno aporte la documentación de la situación económica y que la alcaldesa, Ángeles Muñoz, dé la cara, porque es la única responsable que de que los trabajadores vayan a ir al paro es la alcaldesa y su nefasta gestión”.
Y es que hay una clara disparidad de posiciones. Mientras en el equipo de Gobierno achacan la necesidad de recortar o como prefieren llamarlo, "ajustar" la plantilla, a la deuda que mantiene el Consistorio con la Junta, que estiman inasumible; en la oposición consideran que el problema es la mala gestión de las cuentas.
El viceportavoz socialista argumenta al respecto que “existe un déficit reconocido de 19 millones de euros en 2011”, y fondos de 2,6 millones recortados al personal que, según el interventor, “no se puede acreditar que se hayan utilizado conforme a lo que establecía la legislación”; y mientras tanto la alcaldesa “deja un pleno a la mitad y no vuelve a aparecer hasta quince días después”.
López añade que “la alcaldesa es quien va a despedir a trabajadores, así que lo que debe hacer es dar la cara”, pues ellos no piensan sentarse a negociar "con ningún cargo de confianza", señala en referencia a Carlos Rubio.
Por su parte, el concejal de Izquierda Unida, Miguel Díaz, ha recordado que Díaz ha recordado que fueron Rubio y Ángeles Muñoz los que negociaron las condiciones de devolución del anticipo reintegrable. “Es inaceptable que ahora traten de esconderse para no dar explicaciones sobre los resultados de su mala gestión”, ha apuntado.
Además, Díaz ha manifestado que la plantilla municipal, lejos de haber menguado, ha aumentado porque el equipo de Gobierno del PP "ha metido unos 500 empleados a través de procedimientos de selección que suscitan muchas sospechas, cuando no ha sido a dedo y por la puerta de atrás”.
