De la mejor de las maneras ha cerrado el Barcelona 2012 en su estadio, con una victoria ante el segundo de la tabla, el Atlético de Madrid (4-1), que ya se sitúa a nueve puntos de los azulgranas quienes, además, aprovecharon el empate del Real Madrid para despegarse con 13 puntos de diferencia sobre los de Jose Mourinho.
Un doblete de Leo Messi en el segundo tiempo, un tanto de Adriano y otro de Busquets en la primera para remontar el tanto inicial de los atléticos, que jugaron una muy buena media hora inicial, pero se desmoronaron en cuanto el Barça igualó el partido.
Con 46 puntos sobre 48 posibles, el rendimiento de los azulgrana es una barbaridad. Messi acumula 90 goles desde que empezó 2012, su equipo 172 en ese periodo y antes de llegar a las fiestas navideñas y con solo un partido por disputar, la liga tiene un color eminentemente azulgrana.
Y eso que hoy los catalanes tuvieron que superar una complicada situación. El mérito del Atlético de Madrid es que desde el primer minuto obligó al Barça a no ser el Barça. Obligado a jugar lejos de la meta de Courtois, sin la posibilidad de filtrar pases interiores, incapaces de buscar las diagonales, los de Tito Vilanova sufrieron, lo hicieron especialmente durante la primera media hora.
Diego Simeone dibujó dos líneas de cuatro, Diego Costa como media punta y el genio de Falcao. El colombiano, con mucho espacio por delante, sembró el caos entre la pareja de centrales. Caía a la banda, remataba y desbordada en velocidad.
Mientras el Barça pensaba en cómo hincar el diente al Atlético, los colchoneros ya habían avisado. Una y dos veces antes de marcar. Falcao, en el minuto 9, remató al palo en una jugada en la que Valdés solo pudo encomendarse a algún santo cuando se vio superado por el remate del jugador de Santa Marta.
El dibujo del Atlético invitaba a la contención y a jugar a la contra. El plan de Simeone funcionaba a la perfección. Nuevamente Falcao, esta vez en el 24, se midió en una carrera a Puyol, tras un rápido lanzamiento de falta, pero no acertó.
En media hora, el Barça sólo se había acercado con dos faltas lejanas lanzadas por Messi. Iniesta fue el timonel del Barça, el juego se desarrollaba por la banda izquierda, con Alba y Alexis como protagonistas, pero las ocasiones escaseaban.
Una recuperación de Diego Costa en el centro de campo, tras una acción con Messi, habilitó a Falcao y esta vez el colombiano sí supo cómo superar a Valdés. Superó en carrera a Busquets y batió con un maravilloso toque sutil y por encima del meta para adelantar a su equipo, un tanto que premió el mejor planteamiento atlético (0-1, m.31).
El Barça buscó la espalda de la defensa de los madrileños. Alexis intentó durante algunos minutos fijar a los centrales, pero la suerte para los de Vilanova es que empataron en una jugada aislada, un espectacular remate desde fuera del área de Adriano en el minuto 36.
El brasileño, que hoy ocupó la banda derecha en vez de su compatriota Alves, dibujó un remate con la izquierda a la escuadra de la meta de Courtois y el empate sembró las dudas en los de Simeone. Ante la duda, el Barça se creció y eso fue el principio del fin de los atléticos.
Los azulgrana empezaron a jugar más cerca del área contraria y la segunda ocasión que tuvieron, no fallaron. Busquets se encontró con un balón dentro del área pequeña y con una pasmosa sangre fría fintó, sentó a Courtois y remató al palo contrario. Era el 2-1, en la penúltima acción del primer tiempo, en la última se lesionó Filipe Luis. Peor no pudo acabar la buena puesta en escena atlética.
En la segunda parte y con el 2-1, el Barça ya fue el Barça. La convicción de los de Simeone se vino abajo. Tanto remar para acabar en la orilla y a merced del fútbol de los azulgrana, cada vez más entonados y más precisos.
Desaparecido Falcao en los primeros minutos del segundo tiempo, apareció Messi. Una recuperación de Alexis y Leo acertó junto al palo derecho de la meta de Courtois en el minuto 58. Prácticamente tres remates y tres goles del Barça, el tercero de Messi, su 89 en 2012.
Con un Adriano imperial, la buena colocación de la pareja de centrales (la clásica Piqué&Puyol) y un máximo control de la situación, los azulgrana dominaron absolutamente el juego. Tras el 3-1, el Atlético, acostumbrado a recibir goleadas en el Camp Nou en los últimos años, se le hizo muy larga la segunda mitad.
Desconectado Falcao, acorde con el tono general de su equipo, el Barcelona impuso su fútbol sin dar la sensación de forzar la máquina, incluso con el 4-1, cuando Messi le robó la cartera a Godín y le dio la puntilla a los de Simeone.
Con 48 puntos jugados, el Barça acumula 46, todo un tesoro. El segundo está a nueve puntos, el campeón, el Real Madrid, a trece. La Liga tiene un color azulgrana.
