Los Mossos d'Esquadra han desarticulado una banda de estafadores que captaba a sus víctimas ofreciendo créditos financieros desde una oficina de Barcelona y efectuaba compras tras doblar tarjetas de crédito con los datos que obtenían, según informa la policía catalana.
Los agentes han localizado hasta ahora a siete víctimas, aunque no descarta que pueda haber más, y la estafa asciende a más de 45.000 euros, ya que los seis detenidos --de entre 26 y 50 años y nacionalidad española-- compraron dos vehículos con tarjetas dobladas.
La investigación se inició el pasado julio cuando una de las víctimas, de Sant Boi de Llobregat (Barcelona), denunció ante la policía que había sufrido una estafa, y explicó que tras recibir una llamada telefónica de la representante legal de una entidad bancaria, que comentó que tenía una tarjeta de crédito con una deuda pendiente de 2.089,53 euros.
Los agentes determinaron que detrás de esta estafa podría haber un grupo de personas que actuaba en toda Cataluña e incluso se localizaron víctimas fuera de ella.
Las gestiones se encaminaron a investigar al personal de un despacho de Barcelona desde donde presuntamente operaban y se realizaban las estafas, que ofrecía a sus clientes la concesión de préstamos, financiación de obras o reformas de locales, compra de empresas en quiebra o traspaso para sanearlas.
Una vez las víctimas contactaban con el personal del despacho y explicaban sus demandas, los empleados le solicitaban todo tipo de documentación --escrituras, documentos empresariales y documentos personales-- para supuestamente realizar un estudio previo a la concesión del préstamo.
Este contacto se podía hacer directamente en el despacho o mediante intermediarios que se encargaban de llevar todos los documentos a la oficina.
En posesión de esta documentación y con los datos personales de los clientes, solicitaban tarjetas de crédito a nombre de las víctimas y daban direcciones de diferentes personas del entramado para su envío; con éstas podían realizar compras y gastos sin conocimiento de las víctimas.
Los detenidos tenían incluso pactado con propietarios de negocios particulares pasar estas tarjetas por sus datáfonos y beneficiarse pagando dinero o adquiriendo productos a cambio de un pequeño porcentaje económico; los arrestados también alquilaban vehículos que no devolvían y compraron dos vehículos con los datos de las víctimas y falsificando documentos.
La investigación culminó el 12 de diciembre con la localización y arresto de la mayoría de los miembros de esta banda en Sant Joan de Vilatorrada e Igualada (Barcelona).