El Área de Bienestar Social, Igualdad y Familia de la Diputación de Almería ha gestionado durante el año 2012 un total de 136 ayudas de emergencia social, destinadas a familias en dificultades de la provincia de Almería. Así lo ha señalado la diputada del Área, Almudena Valentín, quien ha señalado la importancia de actuaciones como esta "para atender con rapidez las necesidades más inmediatas de las familias que se encuentran en situaciones extraordinarias de necesidad".
Según ha explicado la diputada en una nota, las ayudas de emergencia social aquellas prestaciones económicas individualizadas, destinadas a paliar contingencias extraordinarias o sobrevenidas que se puedan presentar a personas o unidades familiares y que deban ser atendidas con inmediatez. Las iniciativas han ido destinadas a familias en municipios menores de 20.000 habitantes de la provincia de Almería y han supuesto una inversión de 71.000 euros.
Valentín ha indicado los principales supuestos que atiende este programa como la falta de cobertura mínima de necesidades primarias de carácter personal de las familias tales como alimentación y ropa o el alquiler o adecuación de vivienda como consecuencia de catástrofes o desalojos forzosos.
De igual forma, las ayudas contemplan la adquisición de mobiliario y equipamiento básico de la vivienda y los gastos relacionados con procesos largos de convalecencia o enfermedad --manutención, desplazamientos, hospedaje, tratamientos específicos-- además de otras situaciones de necesidad que requieran un apoyo económico puntual.
Este recurso se enmarca dentro de las prestaciones sociales básicas complementarias que pone en marcha la Diputación de Almería, que se caracterizan por su carácter instrumental como apoyo a la intervención. Se trata de ayudas transitorias que se mantienen hasta conseguir los objetivos de autonomía propuestos y se pueden complementar con diferentes prestaciones del sistema de servicios sociales y demás sistemas de protección social.
Estas prestaciones se caracterizan además por ir dirigidas a individuos o unidades convivenciales de acuerdo a un proyecto de intervención personalizado y pueden materializarse tanto de forma económica como en especie.