El envite de esta noche en el Pizjuán no es, como diría aquel, moco de pavo. En juego, mucho más de los supuesto hace algún tiempo, y no precisamente porque los nervionenses no debiesen jugarse nada a esta alturas, sino porque estos 90 minutos deparará en caer o no al pozo.
Llega el Granada de Anquela. Un rival que salió victorioso en su última visita al feudo sevillista. Hoy, casi marcan la frontera con el descenso. Suman 20 puntos y están tan sólo a tres del equipo de Unai Emery.
Por lo tanto, la victoria ante los nazaríes se antoja fundamental para, primero respirar, y luego, llegar con la calma liguera precisa para volcar toda la motivación en la cita copera del próximo jueves en el Calderón.
Con el presumible debut de Julián Cuesta en la portería nervionense, el once de Emery no reflejará grandes novedades, ni reservará en demasía a sus jugadores a tan sólo 72 horas de la ida de las semifinales. Eso sí, tal vez el vasco ofrezca alguna oportunidad a jugadores que pudiesen discutir la titularidad a algunos del plantel. Entre otros, el propio Botía. El murciano llegó en verano para ser titular y tiene opciones para partir esta noche de inicio. Así, como Manu del Moral. El jiennense agrada a Unai, que podría sentar a Reyes con vistas a la Copa del Rey.
En frente, los de Anquela, que vienen de derrotar en los Cármenes al Rayo Vallecano y que recuperan a Iriney para el duelo vital de esta noche. No ganar sería meterse en un lío.