El estado de abandono en el que se encuentra la iglesia de Santiago desde hace tres años por el parón de las obras de rehabilitación no ha sido impedimento alguno para que la Junta de Andalucía presuma estos días de bienes culturales y ponga como ejemplo de una actuación modélica la inversión de 2.356.000 euros acometida en este edificio. “Hemos sido la única institución que hasta el momento hemos invertido en la iglesia de Santiago de Jerez”, apuntaba ayer la delegada territorial de Educación, Cultura y Deporte en Cádiz.
El problema es que en sus manifestaciones ha obviado que la Administración andaluza no ha hecho todavía toda su tarea en este inmueble, ya que restan al menos unos 200.000 euros para acometer la recta final de esta primera fase de consolidación. Una actuación que de haberse hecho en tiempo y forma se hubiera realizado en menos de dos meses pero que debido al deterioro que presenta el inmueble, que ha sido objeto de robos, se tendrá que alargar algunos meses más. El propio ex consejero de Cultura, Paulino Plata, llegó a decir públicamente en 2011 que los presupuestos de la Junta consignarían la partida de 200.000 euros para terminar las obra, pero los trabajos siguen sin adjudicarse a una nueva empresa.
Casi una década cerrada
Debido a esta situación y después de casi una década con una de las iglesias más carismáticas y significativas de Jerez clausuradas, el Pleno del Ayuntamiento de Jerez ha tomado cartas en el asunto. A finales de año aprobó por unanimidad una proposición conjunta de los grupos municipales PP, PSOE, Foro Ciudadano e Izquierda Unida para solicitar a las distintas administraciones (Ayuntamiento, Junta de Andalucía y Gobierno central) que adopten las medidas, recursos, posibilidades y “cuantas gestiones sean necesarias” para culminar la restauración, ya que la conclusión de estas obras de consolidación permitirían al fin la reapertura de esta iglesia que tantos jerezanos añoran. Ante estas circunstancias, resulta cuanto menos curioso que Saucedo se “inspire” en la inacabada Santiago a la hora de defender la apuesta de la Junta de Andalucía en bienes culturales y espacios escénicos realizadas desde 2003. La realidad es que su inversión está ahí pero también que se han quedado a medias.