El aeropuerto de Málaga-Costa del Sol recuperó durante el año 2012 un total de 380.205 toneladas de residuos de su planta de transferencia. Papel y cartón constituyeron la mayor cantidad del material tratado en estas instalaciones, en concreto 284,4 toneladas.
Por volumen le siguen los plásticos, con 40.960 kilogramos; el vidrio, con 34.780 kilogramos; y metales, con 16.825 kilogramos. En la planta de transferencia temporal de residuos también se recuperaron durante el pasado año baterías --2.128 kilos-- y envases de 'tetrabrik' --660 kilos--.
Con esta planta de transferencia temporal de residuos, se da respuesta, según han informado desde el aeropuerto malagueño en un comunicado, a un doble compromiso de Aena: medioambiental y social, ya que en estas instalaciones trabajan discapacitados de la Asociación de Empleados de Iberia Padres de Minusválidos (APM Iberia), a través de su centro especial de empleo, ubicado en las instalaciones del aeródromo.
El aeropuerto almacena y segrega para su reciclado gran parte de los desechos generados en el recinto y, al tiempo, propicia la inserción laboral de discapacitados, en este caso de APM Iberia, que son los profesionales encargados desde hace más de una década de la separación y tratamiento de los residuos del aeropuerto malagueño.
FUNCIONAMIENTO
Así, se recogen parte de los residuos generados en el recinto aeroportuario en origen, es decir, en los locales de las empresas que desarrollan su actividad en este entorno, oficinas de Aena, compañías aéreas, líquidos en los filtros, etcétera; y en la planta llevan a cabo un proceso de selección y separación por categorías, además de la identificación y clasificación, con su correspondiente etiquetado y almacenamiento, para entregarlo finalmente a los gestores autorizados y acreditados por la Administración.
En las instalaciones también se reciben todos los residuos peligrosos generados por Aena, como aerosoles, aceite de motor, envases contaminados, etcétera; así como los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, que son correctamente almacenados y etiquetados para su gestión por parte de los gestores autorizados.
Precisamente sobre este tipo de desechos, el aeropuerto de Málaga-Costa del Sol desarrolla un Plan de Minimización de Generación de Residuos Peligrosos, que pretende su reducción, mediante el establecimiento de medidas de control en las instalaciones y de concienciación en aquellos puntos donde se generan.