Las obras de rehabilitación que transformarán La Chanca, la antigua factoría de salazones y almacén de barcos del siglo XVI de Conil de la Frontera, en un equipamiento público de carácter educativo y cultural se encuentran al 77 por ciento de ejecución, superando ya las tres cuartas partes.
La consejera Elena Cortés, que ha visitado la intervención, ha destacado que este proyecto de restauración tendrá "una gran incidencia social y cultural", ya que no sólo permitirá recuperar un edificio de interés patrimonial e histórico, sino que también posibilitará mejorar los servicios y equipamientos del municipio "con dotaciones públicas al servicio de la ciudadanía". "Con esta medida se logra integrar además el complejo, muy ligado a la identidad Conil, en la vida cotidiana de la población", ha matizado.
En su recorrido por las dependencias del complejo, Cortés ha estado acompañada del delegado del Gobierno de la Junta en Cádiz, Fernando López Gil, el delegado territorial de Fomento y Vivienda, Manuel Cárdenas, y del alcalde de Conil, Juan Manuel Bermúdez; según detalla la Junta en un comunicado.
La titular de Fomento y Vivienda ha detallado que ya se han construido los edificios previstos y se ha adecuado el espacio libre contenido en el complejo, "a falta de los últimos remates", por lo que sólo resta por finalizar el museo, actualmente en ejecución. A este respecto, la empresa adjudicataria de las obras ha terminado la cimentación y ha comenzado a trabajar en la estructura del edificio.
La Junta de Andalucía invierte en este proyecto de rehabilitación 3,77 millones, a través de las consejerías de Fomento y Vivienda y de Cultura. Este montante constituye el 50 por ciento del coste global de la actuación, que está cuantificado en 7,7 millones de euros. El 50 por ciento restante lo asumen el Ayuntamiento de Conil, con una aportación de 1,6 millones, y el Ministerio de Fomento, que contribuye a la rehabilitación con 2,3 millones de euros.
LA CHANCA
Enclavada en el casco histórico de Conil, está inscrita desde 2002 en el Catálogo General del Patrimonio Histórico como Lugar de Interés Etnológico. Sus orígenes datan del siglo XVI y uso ha estado definido por una doble función: la elaboración de manufacturas de pescado para su posterior distribución y el almacenaje de barcas y material. Este uso se prolongó hasta principios del siglo pasado, aunque con posterioridad ha albergado otras actividades como cuartel de la Guardia Civil o almacén.
Este complejo, actualmente en desuso, está compuesto por varias edificaciones y zonas libres. Se trata de una construcción compuesta de muros de piedra revestida de enfoscado con cal, y cubierta con madera y teja vieja, que se extiende en torno a un gran patio cuadrangular, dividido en dos por un muro central que delimitaba claramente las áreas dedicadas a las manufacturas de salazón y al almacenamiento de aperos y embarcaciones para la almadraba. En torno a dicho patio, al que se accede a través de una gran puerta orientada a la playa, se distribuyen los espacios que fueron almacén de la sal, cochera, almacén de madera y sala de pertrechos, así como pajar y carnicería.
El proyecto de restauración y adecuación de La Chanca contempla la construcción de un edificio de nueva planta en la zona sur para uso cultural como Museo del Mar y de las Almadrabas, la rehabilitación de las naves existentes en el área norte para su adecuación a otros usos culturales (archivo histórico, biblioteca y mediateca) y la adecuación de un espacio libre destinado a parque y jardín en el ámbito central del conjunto de La Chanca. El acondicionamiento de dicha zona implica, además, la conexión con el resto del entorno urbano, especialmente con la zona alta de Conil, donde se ubican la plaza de la Torre de los Guzmanes y los jardines de Santa Catalina.
El programa previsto para el museo prevé dividir el espacio en dos áreas: una de exposición y otra de acceso y servicios. La zona de exhibición se dedicará a mostrar el propio conjunto arquitectónico de La Chaca, pero también al atún, la almadraba, la industria, la sostenibilidad y la relación de Conil con el mar. La zona de acceso y servicios, por su parte, contará con cafetería, aseos, almacén e instalación. El espacio museístico permitirá contemplar los restos arqueológicos encontrados (piletas de salazón que datan del siglo XVI).
La biblioteca ofrecerá zonas de lectura y consulta general, de descanso y prensa, áreas infantil y juvenil, puntos de lectura al aire libre y un ámbito reservado para mediateca. También se habilitará una biblioteca especializada (en la antigua nave de pertrechos), así como una sala de exposiciones, salón de usos múltiples y aulas-talleres (en la antigua nave de la sal).
La Consejería de Fomento, a través de la Empresa Pública de Suelo de Andalucía (EPSA), además de la contribución económica, es la responsable de gestionar la actuación, lo que implica asumir la redacción del proyecto y la ejecución de los trabajos. El proyecto es obra del arquitecto Francisco Torres, cuya propuesta fue seleccionada en el concurso internacional de ideas que la Junta de Andalucía organizó para abordar la recuperación de La Chanca.
La restauración de este recinto histórico, que cuenta con fondos Feder, se impulsa desde la Consejería de Fomento y Vivienda mediante el Programa de Rehabilitación del Patrimonio de Interés Arquitectónico y el Programa Regional de Espacios Públicos, desarrollados, por un lado, para recuperar el patrimonio histórico y adecuarlo a nuevos usos al servicio de la ciudadanía; y, por otro, para contribuir a la mejora de la estructura urbana de las ciudades andaluzas, a través de intervenciones en espacios libres de uso público. Este tipo de líneas de actuación se llevan a cabo en colaboración con los ayuntamientos andaluces.