El Tribunal Supremo (TS) ha ratificado la pena de 13 años y un meses de prisión impuesta a un hombre acusado de violar a la hija de 18 años de su compañera sentimental y amenazarla con dar muerte a su madre y a su novio si contaba a alguien lo ocurrido.
El Alto Tribunal desestima el recurso de casación interpuesto por la defensa del procesado y confirma en todos sus extremos el fallo del tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería.
Según recoge la sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, el acusado se encontraba en el domicilio familiar junto a la víctima y el novio de ella, y, con "ánimo de satisfacer sus deseos libidinosos", la convención para que la acompañara sola a la calle.
La chica accedió al "desconocer cuáles eran sus intenciones" y, entonces, el procesado la condujo hasta un invernadero próximo a la vivienda. Una vez allí, "sin mediar palabra", la "cogió por el cuello, la tiro al suelo" y consumó la agresión.
La resolución relata que, a continuación, "obligó" a la víctima a acompañarle a diversos comercios, en los que "le compró golosinas, unas gafas de sol y un piercing".
De camino de vuelta a casa, "con ánimo de atemorizarla y de que no contara lo sucedido", le dijo que sí decía algo, "estaría como máximo cinco años en la cárcel y, ya fuera, mataría a su madre, a su hermano y a ella misma".
El Supremo rechaza que, tal y como alegó la defensa del procesado en su recurso, exista falta de motivación en el fallo condenatorio y considera acreditado el relato de la víctima, "contundente, claro, persistentes, sin ningún tipo de dudas ni de olvidos".
Hace alusión, asimismo, a la testifical de referencia de su madre, quien afirmó que halló a su hija con "los ojos enrojecidos de llorar y le preguntó que le pasaba" y niega que haya quedado acreditado un móvil de venganza o resentimiento en la denunciante.
Remarca el Alto Tribunal que la ausencia de lesiones en la víctima se debió a que "no pudo hacer nada para defenderse" daba la "diferencia de constitución física" con el agresor, a cuyo testimonio resta credibilidad dada las "numerosas contradicciones".
Así, hace alusión a que intentó exculparse diciendo que fueron relaciones "consentidas", que con posterioridad, achacó la denuncia a un plan de la chica con su novio para fugarse a Barcelona y, por último, aseguró que mantenía una relación sentimental con ella y no con su madre, quien se oponía al noviazgo.
El procesado, según la sentencia firme, deberá cumplir penas de 12 años y seis meses de cárcel por un delito de violación y otros siete meses por amenazas no condicionales. Además, deberá indemnizar con 20.000 euros a la víctima, a quien no podrá acercarse y con quien no podrá comunicarse durante un periodo de 22 años.