El alcalde de Chiclana, Ernesto Marín, junto con el delegado municipal de Fiestas, Agustín Díaz, se ha reunido con una representación del centenar de ciudadanos que participaron esta pasada Navidad en la puesta en escena del Belén Viviente en la calle Arroyuelo, durante los días 21, 22 y 23 del pasado mes de diciembre.
Durante este acto, Ernesto Marín ha agradecido a estos voluntarios “el trabajo desarrollado, que ha permitido, por segundo año consecutivo, ofrecer a los chiclaneros y a todos los que se han acercado a la calle Arroyuelo, un espectáculo navideño de una gran categoría, fruto de varios meses de ensayos”, al tiempo que ha subrayado la “gran acogida que ha tenido por parte del público esta iniciativa”.
En este sentido, el primer edil ha expresado la voluntad municipal por seguir colaborando en próximas ediciones de este evento, “que ha contribuido de manera destacada a llenar de ciudadanos las calles del centro de Chiclana durante la pasada Navidad”.
De esta manera, y tras visionar un vídeo acerca del citado Belén Viviente y entregar una copia a los participantes, el alcalde hizo entrega a Antonio Sánchez, portavoz de este colectivo, de una placa en reconocimiento de la labor realizada.
A este respecto, Sánchez ha agradecido a las empresas y particulares la colaboración que han recibido este año, como es el caso de “Cristalería Las Salinas”; “Novafont”; “Unión de Viticultores Chiclaneros”; “Primitivo Collantes”; “Patatas fritas La Bandera”; “Panadería Nuestra Señora de Fátima”; “Golosinas Alba”; “Confisur”; “Pestiños Loli”; “Carlos Viejo”; “Mercadona”; “Horno La Ermita”; la Asociación de Comerciantes del Mercado (ACOMER); “Pastelería industrial Luis Campos”; “Antonia Molina”, “Carnicería Los Chiclaneros”, “Imprenta Hércules”, y María del Rosario Manzano, entre otras
Cabe destacar que durante las tres jornadas que estuvo abierto al público esta representación de la Natividad, más de 17.500 personas pasaron por el local ubicado en la calle Arroyuelo, donde pudieron contemplar a los personajes propios de la época, con la presencia de pastores, lavanderas, cantineros, tejedores, panaderas, alfareros, soldados romanos, animales de granja, así como el pesebre con San José, la Virgen María y el Niño Jesús, acompañado de los Reyes Magos, Herodes o Herodías, entre otras figuraciones, todo ello alrededor de un patio que recreaba la vida cotidiana de Belén, con degustaciones de productos de la época de forma totalmente gratuita, elaborados por los propios voluntarios como boniatos, pestiños, pan y vino.