Endesa e Iberdrola han mantenido negociaciones con el Ministerio de Industria, Energía y Turismo acerca de la posibilidad de fijar un periodo de vida útil de 60 años para el conjunto de las centrales nucleares que permita ampliar el periodo de amortización de las instalaciones y, con ello, garantizar su operación en condiciones de rentabilidad, indicaron a Europa Press en fuentes del sector.
Esta ampliación de vida útil sería suficiente para prolongar el funcionamiento de la central de Garoña, ya que permitiría establecer un calendario de amortización de las inversiones necesarias para adaptar la planta a las exigencias tras el accidente de Fukushima e incluso procurar rentabilidad a pesar de los nuevos impuestos.
Las fuentes indican que tanto Endesa e Iberdrola como Industria tienen interés en mantener Garoña, y que las eléctricas lo harán siempre y cuando dispongan de visibilidad suficiente de que no operarán a pérdida. La central burgalesa ha sido la primera en llegar a los 40 años de vida útil y el resto de plantas lo harán a partir de 2021, pero es conveniente disponer de certidumbre para el conjunto del parque nuclear.
Para los operadores, el problema de Garoña es de viabilidad económica y la solución solo puede venir del ministro de Industria, José Manuel Soria, quien este lunes expresó la "predisposición" de su departamento a prolongar la vida útil de la central si se cumplen las condiciones de seguridad.
Pese a que el operador Nuclenor no ha solicitado la continuidad de la planta, Garoña puede continuar operando hasta julio de 2013. El Gobierno se ha propuesto publicar antes de esa fecha una reforma energética que aborde cambios profundos y modifique la actual Ley del Sector Eléctrico, en vigor desde 1997.
La Ley de Economía Sostenible aprobada por el anterior Gobierno ya abrió la puerta a que las centrales pudiesen operar más allá de los 40 años, si bien en el caso de Garoña es necesario conciliar cualquier ampliación con los nuevos impuestos, que solo en la descarga del reactor obligan a pagar 153 millones.
Este martes, el vicepresidente de la Sociedad Nuclear Española y director general de Iberdrola Generación Nuclear, Francisco José López García, subyaró que Garoña "mantendrá todas las opciones que tenga en su mano" mientras que el Gobierno no dicte una autorización de predesmantelamiento.
Este predesmantelamiento es la línea roja a partir de la cual "será muy difícil volver atrás", porque ya no serán las mismas condiciones que las de operación, explicó. "La situación será mucho más irreversible", apostilló.