Los Angeles Lakers continúan con sus aspiraciones de jugar los 'play-offs' por el anillo de la NBA tras derrotar esta pasada madrugada en el Staples Center por un claro 116-94 a los Minnesota Timberwolves, donde brilló un gran Ricky Rubio.
El conjunto de Mike D'Antoni, todavía sin el concurso del lesionado Pau Gasol, están en uno de sus mejores momentos de su irregular campaña y han ganado 12 de sus últimos 17 partidos, lo que le ha situado a dos partidos de Houston Rockets, que cierran los puestos para la postemporada en la Conferencia Oeste.
Su victoria vino ante un equipo que se les da francamente bien y frente al que sumaron su vigesimoprimer triunfo consecutivo, la mayor racha victoriosa entre franquicias en activo en la NBA, en un partido que rompieron pronto y en el que nunca se vieron inquietados por su rival, bien dirigido por Ricky Rubio.
El base español, ante uno de los mejores en su posición como es Steve Nash, cuajó un gran partido en la 'casa' de Pau Gasol y a punto estuvo de conseguir el primer 'triple-doble' de su carrera en la mejor liga del mundo y de superar su tope de asistencias.
El de El Masnou se quedó finalmente a dos rebotes de conseguir los dobles dígitos en las tres facetas y con 13 asistencias, a una de igualar su mejor marca. A estos números añadió 11 puntos, con 5/11 en lanzamiento, un robo y cuatro pérdidas, firmando su sexto 'doble-doble' en los últimos once partidos.
El catalán solo tuvo el acompañamiento de JJ Barea (20) y Luke Ridnour (19), en un equipo que siga con su plaga de problemas físicos y que no pudo contar con Andrei Kirilenko, y además otro de sus jugadores claves, Nikola Pekovic, se lesionó al poco de comenzar el encuentro.
De este modo, los Lakers, recuperando el esperado juego ofensivo que prometió D'Antoni a su llegada, no tuvieron excesivos problemas, liderados por Kobe Bryant, que acabó con 33 puntos, bien ayudado por dos jugadores de banquillo como Antawn Jamison (17) y Jodie Meeks (16).