El caudal del río Guadalquivir sigue fluyendo con fuerza hacia su desembocadura como consecuencia de las fuertes precipitaciones que, a lo largo de las últimas jornadas, han azotado el área de influencia de este río. Mientras 46 de los pantanos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) estaban ya el martes desembalsando agua, las crecidas de este río han motivado inundaciones en los municipios sevillanos de Tocina y de Alcolea del Río, aunque en ambos casos sin efectos sobre viviendas o personas.
El municipio sevillano más afectado por las riadas, como es sabido, es Écija, donde las crecidas del arroyo argamasilla y del río Genil, afluente este último del Guadalquivir, han motivado espectaculares inundaciones con efectos sobre unos 20.000 vecinos. Han sido tales las inundaciones sufridas por la ciudadanía de Écija, que allí han sido desplegados la Unidad Militar de Emergencias (UME), el Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA), miembros de Protección Civil y el dispositivo de prevención de incendios forestales de Andalucía, el Infoca.
Pues bien, a partir de ahí, el río Guadalquivir se ha desbordado en el tramo de su cauce que atraviesa el término municipal de Tocina, según ha informado a Europa Press Andrés Carmona Aranda, tercer teniente de alcalde del Ayuntamiento de este municipio. El agua del Guadalquivir, según ha explicado, ha inundado el paraje natural conocido como El Eucaliptal y algunos campos de cultivo, aunque "no ha afectado a las viviendas" y el agua "está lejos" de las zonas habitadas. No obstante, el Ayuntamiento mantiene activado su plan de emergencia ante la previsión de que surgiese cualquier eventualidad.
En Alcolea del Río, el alcalde, Carlos López Barrera, ha informado a Europa Press de que la carretera de la red secundaria SE-129, que conecta este municipio con Carmona a través de la población de Guadajoz, está inundada después de sufrir primero la crecida del río Corbones y después la del Guadalquivir, aunque tampoco en este municipio, por fortuna, han afectado los desbordamientos a viviendas o personas. "El río baja con fuerza y trae mucha maleza y rastrojos", ha explicado el primer edil.
Lora del Río, de otro lado, ha soportado el ingente caudal del río Guadalquivir gracias al muro de defensa construido después de las espectaculares inundaciones de 2010. Las autoridades están vigilantes, pero el casco urbano está de momento a salvo.