La Fiscalía de Sevilla ha decidido no recurrir la sentencia de la Audiencia Provincial que condenó a 17 años de cárcel y una multa de 6,6 millones de euros al exagente de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) Lars S.M. por el robo de 84 kilogramos de cocaína y 54 kilos de heroína de los calabozos de la Jefatura Superior de Policía de Sevilla.
Fuentes judiciales han informado a Europa Press de que el Ministerio Público ha decidido no recurrir en casación ante el Tribunal Supremo (TS) la sentencia de la Sección Séptima de la Audiencia Provincial, que condenó además a su cómplice, Manuel A.N., a 15 años y medio de cárcel y el pago de una multa de 6,5 millones, mientras que a la pareja de éste, María Violeta S.G., le impuso seis años y medio de prisión y multa de 1,5 millones.
Por último, la Audiencia Provincial condenó a dos años y medio de cárcel y 300.000 euros de multa a la mujer del expolicía, María Teresa M.S..
Hay que recordar que la Fiscalía pidió en el juicio 18 años y medio de cárcel y nueve millones de euros de multa para el expolicía, mientras que para su mujer pidió cinco años de prisión y tres millones de multa. De su lado, solicitó 17 años de prisión y nueve millones de euros de multa para la otra pareja.
El abogado del exagente ya anunció a Europa Press que recurrirá la sentencia para solicitar la libre absolución de su patrocinado, ya que entiende que la Audiencia Provincial, en su sentencia, "ha vulnerado el principio de presunción de inocencia".
En la sentencia, la Sección Séptima considera probado que el exagente y su socio planearon "a finales del año 2006" apoderarse de la "mayor" cantidad que "pudieran" de la droga almacenada en uno de los calabozos de la Jefatura y que procedía de distintas operaciones policiales, para lo que contaron con la facilidad de que Lars, por su pertenencia a la Udyco, tenía acceso al mismo "mediante el juego de llaves" que tenía "en exclusiva" el jefe de la Udyco, el cual "era entregado a funcionarios policiales que por razón de su trabajo necesitaban entrar" en dicho calabozo.
PAQUETES CON AZÚCAR Y CACAO
Según el tribunal, el acusado "logró hacerse" con una copia de estas llaves, por lo que "podía entrar" en el calabozo donde se almacenaba la droga incautada, el cual "carecía de cualquiera otra medida de seguridad". Así, y una vez obtenida la copia, ambos acusados "acordaron" hacer paquetes parecidos a los que se depositaban allí, "encargándose principalmente" de este cometido Manuel A.S. "ayudado" por su pareja, quienes utilizaron para ello su vivienda de Alcalá del Río.
Una vez confeccionados los paquetes con azúcar, yeso y/o cacao "para simular que contenían" la droga, los acusados entregaron los mismos al exagente, a excepción de un paquete con forma de queso que Manuel entregó a Lars en la vivienda del primero en Tomares donde lo habían confeccionado ambos. En los paquetes 'falsos', se encontraron las huellas dactilares y el ADN de Manuel y de su pareja, así como tres huellas dactilares y cuatro ADN "anónimos", por lo que considera que en la elaboración de los mismos "han participado también terceras personas".
En total, los acusados sustrajeron 54 kilos de heroína y otros 84 de cocaína con un valor total de 2.743.400 euros, añade la Audiencia, que asevera que de los calabozos desapareció también una partida de 5,2 kilos de cocaína que habían sido intervenidos en tres cilindros de una máquina de amasar en el aeropuerto de Sevilla, aunque "no consta que en esta sustracción hubiera intervenido alguno de los procesados".
"NOTABLE" INCREMENTO DE SUS PATRIMONIOS POR LA VENTA DE LA DROGA
La Audiencia dice que desde que comenzaron a robar la droga a finales de 2006 y hasta septiembre de 2009, cuando los procesados fueron detenidos, "se produjo un notable incremento" de sus patrimonios debido a las ganancias obtenidas por la venta de la droga a terceras personas no identificadas. Así, "y con el dinero procedente de la venta de la droga sustraída en Jefatura", Lars incrementó su patrimonio en 280.080 euros, adquiriendo un motovelero de 12 metros de eslora, un Mercedes o una motocicleta BMW.
De su lado, la esposa de Lars "colaboró" en ocultar su incremento patrimonial, pues a modo de ejemplo refiere que "consintió" que el Mercedes fuera puesto a su nombre "con conocimiento de que el dinero empleado para ello procedía de los beneficios obtenidos por la comisión de un delito.
En el caso de la otra pareja, el aumento de sus patrimonios lo cifra en 720.278 euros, adquiriendo un inmueble en Tomares, plazas de garaje o una motocicleta BMW. Cada pareja, además, hizo una inversión de 210.000 euros en metálico en ATC Consultores.