Los restos del popular poeta chileno Pablo Neruda fueron exhumados este lunes para determinar si el Premio Nobel murió de cáncer o envenenado por agentes de la dictadura de Augusto Pinochet hace 40 años. El resultado de los análisis se conocerá en los próximos meses.
Las excavaciones se realizaron en uno de los patios de la casa-museo del letrado en el balneario de Isla Negra, en la costa central de Chile, donde escribió algunos de sus sonetos más famosos.
"Se van a hacer todas las pericias que sean necesarias. En el fondo, en la parte judicial, se va a poder establecer, de acuerdo al informe que entreguen los peritos, cuál fue la causa de la muerte", dijo el magistrado Mario Carroza a periodistas tras los trabajos de exhumación.
La investigación comenzó hace dos años en base a denuncias del Partido Comunista, al que pertenecía Neruda, y de su ex chofer, quien afirma que el poeta fue envenenado cuando estaba internado en la clínica Santa María, de Santiago, afectado por un cáncer de próstata.
El escritor murió el 23 de septiembre de 1973, dos semanas después del golpe militar que encaramó a Pinochet en el poder.
El ex chofer del poeta, Manuel Araya, ha asegurado que el autor de 'Veinte poemas de amor y una canción desesperada' recibió una inyección mortífera por parte de agentes de la dictadura que se infiltraron en la clínica.
"Esperamos que haya un resultado positivo porque Neruda fue asesinado. Pinochet cometió un error al mandar asesinar a Neruda", dijo Araya, quien aseguró que sin esa inoculación el poeta hubiera vivido mucho más tiempo a pesar de la enfermedad.
Cerca de una decena de peritos chilenos y extranjeros participaron en la remoción de tierra y apertura de la lápida en la que está la urna de Neruda y de su tercera esposa Matilde Urrutia, en medio de la atenta mirada de familiares, la policía y prensa local e internacional.
Entre los especialistas extranjeros que participaron en las labores se encuentran expertos provenientes de Estados Unidos, Inglaterra y Argentina, además de miembros de la Cruz Roja Internacional que actuaron como observadores.
El director del Servicio Médico Legal, Patricio Bustos, dijo que el ataúd de Neruda se encontraba en buen estado, por lo que las pericias apuntarán a buscar elementos relacionados con la enfermedad que afectó al escritor, como también la eventual presencia de sustancias tóxicas en sus restos.
Bajo la dictadura de Pinochet, que se extendió entre 1973 y 1990, unas 3.000 personas murieron o desaparecieron y otras 28.000 fueron torturadas.
La exhumación de los restos de Neruda se suma a la investigación en curso sobre la muerte del ex presidente Eduardo Frei Montalva, quien oficialmente falleció de una infección tras una operación de hernia de hiato, aunque años después surgieron denuncias de un supuesto envenenamiento de agentes de Pinochet.
El ex presidente Frei murió en la misma clínica en la que falleció Neruda.
Carroza informó de que en los restos de Neruda trabajarán los mismos peritos forenses que examinaron el cadáver del ex presidente Salvador Allende, en un proceso que determinó que no había sido asesinado.
Los restos de Neruda serán trasladados a Santiago para ser examinados en el Servicio Médico Legal. No se descarta que algunas muestras sean enviadas a laboratorios extranjeros para una investigación más rápida.