El secretario general del PSE-EE, Patxi López, ha insistido en que, si los presupuestos vascos no incluyen acuerdos "estratégicos" y "de calado" para Euskadi, "no puede haber presupuestos consensuados" con su partido y ha advertido de que los socialistas no van a dar "cheques en blanco" al Ejecutivo vasco.
López se ha pronunciado de esta manera durante el Comité Nacional del PSE-EE, el máximo órgano del partido entre congresos, que se ha reunido en Bilbao por primera vez desde el congreso ordinario del pasado mes de febrero y en el que ha presentado el informe político.
En su intervención, el dirigente socialista ha acusado el Gobierno de Iñigo Urkullu de "tirar la toalla ante de empezar a gobernar" y limitarse "a ser un mero notario que certifica lo mal que está todo", para intentar después "trasladar a otros su propia responsabilidad".
"Quieren hacer responsable a la oposición de su falta de valentía para enfrentarse a los problemas y de su falta de voluntad para llegar a acuerdos con el resto de grupos", ha censurado el dirigente socialista, que ha insistido en que el PSE no va a apoyar "con nuestro silencio o con un voto a favor" su "dejación de responsabilidad de país", ni va a aceptar "parcheos de última hora" para superar el trámite presupuestario porque "queremos acuerdos de calado".
De este modo, ha apuntado que los socialistas no se "niegan" al acuerdo, sino que, por el contrario, "lo reclamamos con suma urgencia", ya que "el que necesita acuerdos no es el PNV o el Gobierno de Urkullu, sino el país". Sin embargo, ha añadido, la propuesta del lehendakari consiste en pedir que "primero votadme los presupuestos y luego ya pactaremos otras cosas".
"Que no. Que no vamos a apoyar de ninguna manera unos presupuestos que, lejos de resolver nuestros problemas, los van a agravar", ha asegurado López, que ha criticado que el proyecto presupuestario del Gobierno supone "recortar" los servicios públicos y, además, "corta casi de raíz cualquier posibilidad de impulsar nuestra economía, de ayudar a nuestras empresas y de crear empleo".
En este contexto, ha subrayado que lo que el PSE demanda son "acuerdos de fondo" que deben estar recogidos en los presupuestos, de manera que, "si no hay acuerdos compartidos, que ayuden a encauzar las soluciones que necesita Euskadi, no puede haber presupuestos consensuados con los socialistas".
Tras advertir de que "no va a haber adhesiones ni cheques en blanco" por parte de los socialistas vascos, ha instado al Gobierno vasco a acordar con empresas y sindicatos "un plan de choque urgente, detallado y presupuestado que permita crear empleo y ayudar a las empresas, pymes y autónomos a sacar adelante sus proyectos".
También ha reclamado que se detallen los servicios públicos y prestaciones que deben quedar "inmunes a los recortes" y aclarar cuáles, "por no ser urgentes, pueden quedarse en stand-by" hasta que concluya la crisis.
"VICTORIA" EN EL PARLAMENTO
López ha reiterado la necesidad de abordar una reforma fiscal "a fondo", tras la "victoria" lograda este jueves en el Parlamento vasco para demandar que sea esta cámara la que "debata y acuerde los impuestos de todos los vascos". Según ha explicado, una medida con la que no se pretende "quitar competencias a nadie", sino que el parlamento "asuma las que le han sido negadas durante años".
Del mismo modo, ha pedido que se aborde "en serio" la reforma de las administraciones públicas porque "dejar las cosas como están, sabiendo que perdemos millones de euros de recursos públicos, es suicida".
El secretario general de los socialistas vascos ha advertido a los miembros del Comité Nacional de que el actual es "un momento crucial en la política vasca, en el que ha planteado como "retos" ayudar al PSE en su proceso de definir "un renovado proyecto" que permita "recuperar la confianza de la ciudadanía y "reforzar la actividad" en municipios e instituciones, trabajando "ya" para los próximos comicios locales.
En el plan de trabajo, que los socialistas vascos debaten este sábado, se fijan, entre otros objetivos, lograr la "máxima coordinación y eficacia" en la Comisión Ejecutiva, conseguir una organización "más abierta, dinámica y flexible", impulsar las agrupaciones locales, o elaborar un plan de homologación de las casas del pueblo, que "tienen que ser instrumentos útiles para los que peor lo están pasando".
"Originariamente sirvieron para enseñar a leer, hoy igual tienen que servir para dar de comer a quien no tiene o procurar bienes de primera necesidad", ha reflexionado.