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Miércoles 13/11/2024
 
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Campo de Gibraltar

El PSOE de Algeciras, satisfecho por la sentencia que condena las injurias hacia los socialistas

El pronunciamiento judicial defiende el honor y dignidad de las personas contra las que intentó atentar el propietario del Limón Amargo

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El PSOE muestra su satisfacción por la sentencia que condena a Leandro Castelló por sendas faltas de injurias a nuestros concejales Diego Sánchez Rull e Isabel Beneroso. Este pronunciamiento judicial es el primero que marca la necesaria defensa del honor y la dignidad de las personas frente a quienes usan descalificativos personales como único argumento.

El juez establece que Leandro Castelló deberá pagar una multa de 240 euros y le impone también que tendrá que abonar 500 euros de indemnización a Diego Sánchez Rull y 250 euros a Isabel Beneroso, además de obligarle al pago de las costas del procedimiento judicial. El juez afirma igualmente que Castelló merece un reproche penal superior a otras conductas de mayor levedad y reconoce el perjuicio moral causado.

Con independencia de que los compañeros decidan si optan por recurrir la sentencia dictada, el PSOE considera que este fallo judicial debe provocar una reflexión a quienes, bien con nombres y apellidos o incluso desde el anonimato, optan por las descalificaciones personales a través de internet, la gran mayoría de las veces, para intentar hacer prevalecer sus intereses.

“Que nos dediquemos a la política no da a nadie patente de corso para que nos injurien a nosotros o a nuestras familias. Esta sentencia permite que aprendan quienes, como es el caso, anteponen en muchas ocasiones las descalificaciones a cualquier argumento”, afirma el secretario de Política Institucional y Municipal del PSOE en Algeciras, Fernando Silva.

“Y también debería suponer una enseñanza para los que, en el terreno de la política, alimentan con dinero público a los que impulsan plataformas digitales en las que no se observan algunas de las más elementales normas de la deontología profesional periodística. El interés partidista por encontrar eco a sus iniciativas o por desacreditar al contrario tiene también sus límites”, concluye Fernando Silva.

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