El grupo policial es uno de los que cuenta con un mayor índice de accidentes en horario laboral
El delegado sindical refutó así una información recabada por este diario en la que se indicaba que no todos los agentes pertenecientes a esta unidad especializada en tráfico -20 efectivos- pueden contar con un vehículo en su turno de trabajo. De las diez motocicletas operativas, cinco son de gran cilindrada y fueron incorporadas al servicio recientemente. Una de ellas, comentó Heredero, sufrió una avería hace aproximadamente tres meses, y se está a la espera de poder contar con la misma para el servicio en breve.
Las otras cinco, más pequeñas, sirven para el patrullaje en la zona centro de la ciudad, donde en ocasiones otros agentes de esta unidad realizan el servicio a pie. Para Heredero, esta circunstancia no es del todo negativa, ya que permite “un contacto más directo con el ciudadano”.
Futuro
En cualquier caso, Heredero apuntó que a corto plazo este problema es “puntual”, si bien recordó que en un plazo de pocos meses está prevista la incorporación de ocho nuevos agentes en prácticas de la academia de Sevilla, varios de los cuales podrían recabar más adelante en el servicio de tráfico. Con este incremento de personal, entiende que debería producirse un aumento del parque móvil de dos ruedas.
Heredero hizo mención a que los problemas vinieron a raíz de la última reestructuración del servicio de la Jefatura local, por el que patrulleros que ejercían en el turno de noche pasaron a reforzar los turnos de día, y de este modo la carencia de vehículos se hizo más patente.
En este sentido, Heredero comentó que se podrían estar manteniendo contactos para cambiar, por la modalidad de renting, los vehículos viejos por unos nuevos, algo que, cuando quede concretado, podría reforzar debidamente el servicio.
Los motoristas de la Policía Local están especializados en la intervención rápida y la regulación del tráfico, y su presencia es muy visible en casos de movilizaciones ciudadanas o sindicales. Además, son los encargados de llevar a la práctica las diversas campañas de la Dirección General de Tráfico (DGT). La última de ellas, aún en vigor, es la que controla el cumplimiento de la normativa en relación al uso del cinturón de seguridad, sobre la que se ofrecerán datos en breve, como apuntaron recientemente fuentes oficiales del cuerpo municipal.
Durante todo el pasado año, se vinieron realizando otras campañas frecuentes, como la de los controles de alcoholemia, u otra, también muy reciente, para controlar que los ciclomotores habían pasado recientemente la Inspección Técnica de Vehículos (ITV).
Sobre esta cuestión, fuentes de la Policía Local del servicio de tráfico consultadas por este diario observaron como “muy positiva” la actitud general de los ciudadanos ante estos controles. “Normalmente, el que no tiene nada que ocultar colabora y se presta a cumplir con el requisito sin más, pero los problemas vienen cuando la gente se pone nerviosa porque han consumido algo o no están haciendo lo correcto”, indicaron.
Una de las peculiaridades con que cuenta el servicio de motoristas de la Policía Local es su inmediatez, ya que al contrario que los vehículos de cuatro ruedas, las motocicletas tienen una maniobrabilidad y agilidad que les permite sortear las aglomeraciones de tráfico. Es por ello que su tiempo de reacción es más corto, y su presencia es requerida con frecuencia en casos de emergencia.
Riesgo
No obstante, las motocicletas implican asimismo un riesgo inherente a la conducción de este tipo de vehículos y al propio trabajo del policía. El grupo de motoristas es uno de los más afectados por la siniestralidad laboral dentro del cuerpo municipal, y fuentes policiales hicieron constar que “lo raro es que todos los policías estén al mismo tiempo de servicio”.
Más de una vez, los sospechosos han optado por derribar a un agente durante una persecución. Fuera del trabajo diario, también hay riesgos. Sin ir más lejos, el policía local agredido y amenazado supuestamente por un grupo de magrebíes en compañía de su familia es motorista.
Operatividad
La autonomía del motorista de la Policía Local es quizás una de sus mayores virtudes, pero también uno de sus más reiterados problemas. La proporción entre oficiales y agentes es mínima comparada con la de otras unidades del cuerpo. Fuentes cercanas a la Policía Local indican que si otros departamentos tienen dos jefes para grupos de entre 7 y 8 personas, los 20 motoristas que actualmente componen la plantilla cuentan con igual número de oficiales.
Ello implica, básicamente, que los agentes se ven abocados en ocasiones a actuar más a iniciativa propia, algo que, afortunadamente, no está afectando significativamente a la operatividad.
Otra particularidad con que cuenta esta unidad es la juventud de sus componentes. Para poder prestar servicio en los vehículos de dos ruedas se requieren unas aptitudes físicas que van más acorde con edades más tempranas. Buena parte de los integrantes del grupo de motoristas no tienen ni cinco años de servicio a sus espaldas, aunque su nivel de responsabilidad no es, ni mucho menos, menor al que corresponde a cualquier agente veterano del cuerpo.