Las personas con discapacidad cobran de media entre un 10 y un 16,2 por ciento menos que el resto de los trabajadores, registran una tasa de actividad que está cuarenta puntos por debajo de la que presenta la población general y su índice de paro es un 3,2 por ciento mayor que el del resto de ciudadanos.
Así se desprende de la Encuesta sobre el Salario de las Personas con Discapacidad 2010 difundida este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y elaborada a partir de la Encuesta de Estructura Salarial y la Base Estatal de Personas con Discapacidad.
En concreto, el salario bruto anual medio de los asalariados con discapacidad fue de 20.553,3 euros por trabajador, un diez por ciento menos que entre los no discapacitados, que percibieron 22.842,6 euros de media. Así pues, la ratio salarial entre los trabajadores con y sin discapacidad, en términos porcentuales, fue del 90%.
Atendiendo al bruto mensual, que excluye pagos extraordinarios, fue de 1.534,8 euros por trabajador con discapacidad, también un 10% por debajo de la media, aunque si se toma en cuenta el salario neto, la diferencia se acota al 5,1 por ciento, "fundamentalmente por las ventajas fiscales establecidas para las personas con discapacidad", conforme explica el INE.
También en el salario por hora hay diferencia entre discapacitados y no discapacitados. Los primeros cobraron en 2010 unos 13,1 euros en cómputo anual y en 10 euros en cómputo mensual por hora trabajada, un nueve por ciento menos que el resto de los trabajadores.
Sin embargo, si se tiene en cuenta la distribución salarial, las personas con discapacidad llegan a cobrar hasta un 16,2 por ciento menos en los tramos más frecuentes (salario modal), mientras que en el salario mediano --aquél para el que hay tantos trabajadores con sueldos más altos como con sueldos más bajos-- la brecha fue del 8,8 por ciento.
No obstante, el estudio concluye que las diferencias salariales están vinculadas a lo que "en términos globales y desde el punto de vista laboral" es "el aspecto más significativo para el colectivo de las personas con discapacidad legalmente reconocida": su baja participación en el mercado de trabajo.
En 2010, la población con discapacidad presentó una tasa de actividad del 36,2 por ciento, "casi 40 puntos inferior" a la de la población no discapacitada, la tasa de ocupación fue del 27,7 por ciento, menos de la mitad que la del resto de trabajadores, y el paro alcanzó al 23,3 por ciento del colectivo mientras en el conjunto del país se fijaba en el 20,1%.