Unos treinta vecinos de la localidad oscense de Benasque aún esperan poder regresar a sus casas tras las inundaciones provocadas por el desbordamiento del río Ésera en este municipio, que trabajará en la jornada de este miércoles para reabrir los accesos por carretera y restablecer el servicio de agua potable.
Así lo ha explicado, en declaraciones a Europa Press, el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Benasque, Javier Abadía, al indicar que la situación ahora "está más tranquila", dado que durante la noche "no ha habido casi precipitaciones y el nivel del agua ha bajado bastante".
Unas 50 personas han tenido que pasar la noche en la Escuela de Alta Montaña de Benasque, algunos de ellos eran clientes de un hotel y el resto vecinos del municipio que ahora esperan a que el arquitecto municipal compruebe que sus edificios no tienen "daños estructurales" para poder regresar a sus casas.
Los inmuebles más afectados han sido "la primera casa que se desalojó", el edificio 'Granja' situado en la carretera de Anciles, y la casa 'Estós', en la que la fuerza del agua se llevó parte de su zona trasera.
De las 300 personas que tuvieron que ser desalojadas este martes, la mayoría pudo volver a sus domicilios o pasar la noche en casas de familiares, de forma que sólo cincuenta tuvieron que ser alojados en la Escuela de Alta Montaña.
Ahora, la "prioridad" para el municipio es recuperar el acceso por carretera, reabrir la A-139, así como abastecer de agua potable a los vecinos, dado que "no tenemos agua en todo el pueblo de Benasque". También desean restablecer el servicio en "tres o cuatro calles que no tienen luz".
Aunque aún no existe una estimación oficial, Abadía ha señalado que los daños causados por la riada son "muy cuantiosos", ya que el agua arrasó un tramo de carretera y el parque infantil, entre otras infraestructuras.