El presidente de la Diputación de Granada, Sebastián Pérez, el alcalde de Lanjarón, Eric Escobedo, y el escultor Ramiro Megías han presentado este jueves el proyecto nueva fuente-monumento que se inaugurará este viernes en Lanjarón. Con el nombre de 'Fuente Viva', recrea el poder del agua como fuente de vida que vuelve a estar presente, gracias a la colaboración entre los actuales equipos de gobierno de Diputación Provincial y Ayuntamiento de Lanjarón, en la plaza de la Constitución.
Pérez ha recordado este jueves la petición que le formularan los vecinos de Lanjarón en su primera visita como presidente de la Diputación. Según ha explicado, los vecinos reclamaron al alcalde y a él mismo en un paseo por la calle Real que les gustaría tener una fuente en el municipio y, más en concreto, en la plaza de la Constitución que la perdió tras la rehabilitación de 2011.
Una visita que sirvió para poner la base de la recuperación "como quieren los vecinos" de una fuente en un símbolo de que "la piedra y el agua en la Alpujarra se abrazan permanentemente" siendo la nueva Fuente Viva un reflejo de que "cultura y tradición pero también esperanza y futuro", ha indicado Sebastián Pérez que ha encuadrado este proyecto en el impulso de las gestiones para la declaración de la Alpujarra como Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco.
"La magia está constantemente presente en cada uno de los pueblos de la Alpujarra, todos encalados y asentados desde hace más de quinientos años en una provincia en cuyo desarrollo tiene que jugar un papel fundamental en la actualidad", ha manifestado el presidente que partiendo de que "el agua es la base y la esencia de la vida" ha afirmado que esta "Fuente Viva nace buscando el futuro, anclándonos en un momento extraordinariamente difícil del que, sin embargo, se puede salir".
El alcalde de Lanjarón, Eric Escobedo, ha resaltado por su parte la apuesta del presidente de la Diputación por este proyecto "que aumentará el número de visitas a la Alpujarra". La Fuente Viva será una "parada obligatoria" para los turistas que inicien su ruta en la "puerta a la Alpujarra Patrimonio de la Humanidad", ha explicado Eric Escobedo que ha incidido en que esta fuente era una "necesidad básica" que nace de la "petición popular".
En la plaza "no podía faltar una imagen tan relevante como es el agua y como es la fuente que nunca debió desaparecer", ha señalado el alcalde que ha recordado que "la anterior Corporación municipal la quitó haciendo caso omiso de más de 500 firmas que recogieron los vecinos y el anterior alcalde tiró a la basura" convirtiendo con la remodelación de 2011 la plaza del pueblo en una superficie "que estaba tétrica y oscura por la noche e insólita por el día". Ahora queda recuperado su valor y "todo el casco histórico embellecido con nuevos elementos ornamentales", ha afirmado Escobedo.
En la 'Fuente Viva', el mensaje queda conceptualizado por un lado en la metáfora de la naturaleza que representan la gran roca y la estructura de hormigón que conforman una montaña-cueva de la que mana el agua por todas partes.
Las esculturas representan la vida como pasado y como futuro, la juventud y la vitalidad de unos niños que juegan con el agua, en armonía con la pareja de ancianos que, sentados en el borde de la fuente, se cogen de la mano. El presente lo representan desde mañana los vecinos y visitantes que observarán la fuente de pie o sentados en el borde mientras disfrutan del sonido refrescante del agua.
El escultor Ramiro Megías ha destacado ante los periodistas el "reto" que ha supuesto trabajar en un plaza configurada como un "polígono irregular" al que "he intentado darle un poco de orden creando una elipse con una base aúrea".
Las actividades a desarrollar en la plaza se han respetado en todo momento así como "la presencia constante de sus vecinos sentados en los bancos". En la fuente tiene una especial importancia el diálogo intergeneracional conforme a principios reflejados en una doble metáfora, de la naturaleza y la vida, según ha explicado también Ramiro Megías. Es una masa central, con piedra de cantera labrada de Sierra Elvira, de la que "surge desde el fondo de la fuente y atraviesa el último elemento de la fuente y mana como en un manantial de la que intenta beber una de las figuras que representa una niña".
Hay una simbología también acerca de la "naturaleza domesticada, culturizada que reflejan las gentes de la Alpujarra", también sus ancianos pues "no hay mejor vida que la vivida", ha manifestado Megías que ha incidido en que ha habido en este proyecto "mucho cariño no solo por mi parte sino también por el de las instituciones" preocupadas en "hacer algo que merezca la pena" y que sea capaz a la vez de "incitar a la reflexión".