La Organización de las Naciones Unidas para la Educación (UNESCO), la Ciencia y la Cultura ha declarado el icónico monte Fuji de Japón como nuevo lugar de Patrimonio de la Humanidad por su significado cultural.
El Comité del Patrimonio Mundial, reunido este sábado en Nom Pen, la capital de Camboya para su 37ª sesión, ha registrado oficialmente la nueva inscripción como "Monte Fuji: objeto de veneración y fuente inagotable de arte".
El monte es en realidad un volcán en activo situado al oeste de Tokio y que alcanza los 3.776 metros de altura. Es la elevación más alta del archipiélago nipón. En la zona ahora protegida por la UNESCO se incluyen los cinco lagos que rodean el monte, los templos sintoístas de Sengen Jinja, dedicados al monte Fuji, y el pinar de Miho no Matsubara.
Con esta declaración ya son 18 los lugares Patrimonio de la Humanidad con los que cuenta Japón y se suma a lugares como las aldeas históricas de Shirakawa-go y Gokayama, los monumentos budistas de la región de Horyu-ji, los edificios de la antigua Kioto o el monumento a las víctimas del bombardeo de Hiroshima.
El Comité ha aprobado además en su última sesión la inclusión en el listado de las terrazas de arroz de Yunnan, en China, entre las montañas Ailao y el río Hong (Rojo). Se trata de una extensión de 16.603 hectáreas que desde hace 1.300 años cultivan los hani con un complejo sistema de regadío para obtener arroz rojo, ahora premiada por la excepcional integración de los pobladores y su entorno.
También se ha aprobado la ampliación del Parque uKhahlamba Drakensberg, entre Lesotho y Sudáfrica, que ahora pasará a conocerse como el Lugar Patrimonio de la Humanidad Transfronterizo Maloti Drakensberg.