La Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS) corre un claro riesgo de padecer un ERTE en las próximas fechas si no se llega a un acuerdo para reducir un 5% los sueldos de todos los músicos de la formación. Por su parte, la delegada de Cultura, Educación Deporte y Juventud, María del Mar Sánchez Estrella, confía en alcanzar ese acuerdo antes de aplicar el Expediente de Regulación Temporal de Empleo.
El motivo que se aduce para aplicar el ERTE es el desequilibrio económico sufrido por la formación a raíz de la reducción de los fondos que aporta la Junta de Andalucía.
Sanchez Estrella indicó que “esa decisión todavía no se ha tomado. Se tiene que negociar con el comité de empresa, con el que se está intentando llegar a un acuerdo”. La Delegada insistió en que “es una decisión dolorosa y que no sería agradable llegar a ello, pero si no se llega a un acuerdo para la reducción del 5% de los sueldos habría que llegar a esa decisión para conseguir un equilibrio presupuestario”.
En cuanto al daño que esta medida pudiera ejercer sobre la Orquesta, la delegada apela a la “responsabilidad” de los músicos y a que “entiendan que, efectivamente, un ERTE siempre es una medida de peor imagen”.
Por desgracia la cuerda siempre se rompe por el lado del más débil y en este caso está claro cuál es ese lado, el de los profesionales que han dado a la ROSS el inmenso prestigio del que hoy puede hacer gala la Sinfónica de nuestra ciudad y que tendrán que sacrificar parte de sus emolumentos para paliar esta desagradable situación.
La institución cuenta con patrocinadores como la Fundación BBVA, el principal de ellos, y otros patrocinadores generales como Diario de Sevilla, del Grupo Joly; El Correo de Andalucía; el diario La Razón y el diario ABC.
Un mecenas Concierto a Concierto que es La Fundación Cajasol y otro para la música de cámara como Eli, además de los colaboradores que son La Real Maestranza de Caballería, la Universidad de Sevilla y el Colegio San Francisco de Paula. Pues con todos estos apoyos, resulta curioso que la solución que se da desde las altas instancias es la reducción del sueldo de los músicos.
¿No sería más deseable y adecuado negociar con los patrocinadores para que aumenten, en un porcentaje mínimo, cada uno su aportación y así resguardar los intereses de los profesionales y verdaderos artífices del éxito de la orquesta?
¿Cuándo algún político dará como solución reducir sus gastos oficiales o rebajarse su propio sueldo y el de sus colegas para paliar este tipo de situaciones, que ya son demasiado frecuentes en el campo de la cultura, no sólo en nuestra ciudad, sino en todo el territorio naciona?
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