Jimmi es un joven lepero de 21 años, tatuador profesional titulado, y Susi, de 23 años, es gaditana pero lleva casi toda su vida entre Cartaya y Lepe. Son pareja en la vida real y pareja artística en el mundo del porno, en el que ya han grabado tres vídeos amateur.
Esta joven pareja, de nombres artísticos Jimmi y Susi, se iniciaron hace unos meses como actores porno. Para ellos es un trabajo normal, tenían curiosidad por probarlo y la experiencia les ha convencido. Lo que no podían imaginar era la repercusión que su primer vídeo porno iba a tener en la Costa occidental onubense.
¿Cómo se inicia uno en este trabajo?
–Llevaba dos años interesándome por el tema, hasta que decidí liarme la manta a la cabeza. Empecé a rellenar fomularios por todos lados hasta que se interesaron por nosotros y nos llamaron Tomi y Noa, de Pura Candela TV, de Sevilla, que son nuestros representantes y los que nos están guiando en este mundo.
Aunque se puede considerar un trabajo como otro cualquiera, ¿está más criticado?
–Sí, es más parecido a la política, hay críticas buenas y críticas malas. Los que tienen una imagen más negativa, más critican y más se ponen en contra de uno son los chavales de entre catorce y veintipico años. En cambio los mayores, a partir de los treinta años, lo que nos dicen es que si nos gusta y no nos da vergüenza que sigamos.
¿Qué opinan vuestras familias y cómo se lo dijisteis?
–La verdad es que nuestros padres lo ven bien y nos apoyan. Cuando nos llamaron les comenté que llevaba un tiempo rellenando formularios y que iba a probar. Al principio les preocupaba que íbamos a estar en boca de todo el mundo, pero les dije que eso me daba igual.
¿La primera prueba cómo fue?
–Es como una especie de casting. Te tiene que gustar a ti y a los productores. Hemos aprendido algunas cosas viendo películas porno, pero en realidad es simplemente lo que hace todo el mundo en su casa.
¿Cuál es la mejor edad para dedicarse al porno?
–Lógicamente hay que ser mayor de edad. Según los protocolos que aparecen en internet, la mejor edad es entre 18 y 25 a 30 años.
¿Estáis teniendo algunos problemas por haber decidido dedicaros a este trabajo?
–Algunos sí que estamos teniendo, más que nada porque nunca hasta ahora han habido un actor y una actriz porno de Lepe, y además yo soy más conocido aquí que el Lute, porque llevo una banda de música en Lepe. Soy el director de la Virgen Bella. El ver a Ofito, como me conocen en Lepe, haciendo estas cosas está dando mucho de qué hablar. Eso sí, los chavales de la banda están todos de acuerdo conmigo y lo asumen como lo que es, una cosa normal y que no es nada malo ni ilegal, ni tiene nada que ver con la prostitución. Simplemente es el cine del porno, es un trabajo como otro.
¿Dónde grabáis los vídeos, en casa o fuera?
–Los hemos grabado fuera, en Madrid y Valencia. Hasta ahora hemos hecho tres vídeos, uno de ellos es un trío.
Si seguís en este trabajo llegará un momento en que tendréis que actuar con otras parejas. ¿Cómo lleváis eso?
–Bien, no somos celosos. Se trata de una película con actores y actrices.
¿Se requiere alguna condición especial física o mental?
–Hay que estar preparado psicológicamente para lo que te diga la gente, asimilar las críticas, porque una vez que empiezas te expones a ellas.
¿Vais a seguir viviendo en Lepe?
–Hemos decidido marcharnos porque la presión es muy grande. Nos para gente que ni conocemos para hacerse una foto con nosotros. Y también hay presiones negativas, como reírse cuando se cruzan por la calle.
¿Creéis que esto puede ser una salida para jóvenes en tiempo de crisis o es vocacional?
–Lo hacemos porque nos gusta, no por dinero. Esto hay que complementarlo con otros trabajos, es sólo una pequeña ayuda.
¿Y vuestros amigos más íntimos no se animan a seguir vuestros pasos?
- Tienen curiosidad y nos preguntan, pero no se atreven.
