El Juzgado de Instrucción número 5 de Almería ha ordenado la apertura de diligencias previas para determinar si las actuaciones que se llevaron a cabo para la demolición del silo de mineral conocido popularmente como 'El Toblerone' pudieron dar lugar a alguna acción contra el medio ambiente o contra la salud de las personas en relación a la liberación en la atmósfera de partículas de hierro y otros metales.
Con esto, el juez ha solicitado diversos informes en relación a la denuncia efectuada por la plataforma 'Salvemos El Toblerone' a principios de este mes que posteriormente fue ampliada por una vecina de la zona en la que se asentaba esta estructura ya derruida ante el "empeoramiento" que sufrió de una enfermedad respiratoria a consecuencia del polvo rojo y las partículas que emanan de la instalación.
Así lo han confirmado a Europa Press fuentes ligadas al caso quienes han explicado además que la denuncia que también se presentó finalmente ante la Fiscalía de Medio Ambiente, y que también señalaba como sospechosos la emisión de ruidos y vibraciones, fue archivada al carecer el fiscal de competencias en el ámbito de esta actuación que derivaba al juzgado.
De esta forma, el juez ha solicitado información en relación a las tareas de demolición realizadas por la empresa encargada de desmontar el silo, para lo que ha solicitado a la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente un informe sobre los trabajos de demolición para comprobar si se "liberaron sustancias perjudiciales" y si "se han adoptado las medidas adecuadas para evitar riesgos".
Fuentes de la Junta de Andalucía han confirmado a Europa Press que se emitió una respuesta al requerimiento del juzgado el pasado 25 de julio en la que se precisa que, ante las "denuncias ciudadanas" surgidas durante el desmantelamiento del silo, se estimó necesario llevar a cabo una "inspección de la obra" sobre medidas preventivas.
MUESTRAS EN EL LABORATORIO
En este sentido, desde la Junta de Andalucía han precisado además que las muestras de calidad de aire tomadas durante los trabajos de derribo se están analizando en el laboratorio a fin de determinar los parámetros y variables que se dieron al liberar el conocido polvo rojo al ambiente.
De esta manera, el captador de partículas en suspensión que se instaló junto a la obra el pasado día 8 de julio fue retirado el día 15, mientras que el captador destinado a la recogida de partículas sedimentables fue retirado el día 24. Las muestras obtenidas serán analizadas y sus resultados se obtendrán en las próximas semanas.
Por otro lado, la empresa contratada para la demolición del silo ha remitido también la información requerida sobre el plan de obra y las medidas de prevención contempladas a petición de la Junta.