Bare Bones (La esencia), que sale hoy a la venta, está producido, como los exitosos Half the Perfect World (2006) y Careless Love (2004), por Larry Klein, con quien tiene una relación “que impregna todos los niveles de este trabajo”, desde la música a las letras pasando por los arreglos y la instrumentación.
“Es un gran músico y necesitaba a alguien con una mentalidad puramente musical, además de tener una sólida experiencia con solistas. Me ha empujado a lugares a los que, probablemente, yo nunca habría llegado por mí misma. Ha sido un gran reto”, desvela la cantante norteamericana en un encuentro con periodistas.
Madeleine Peyroux ya había escrito canciones para sus otros trabajos pero esta es la primera ocasión en la que todas las letras son originales.
“Este disco es el comienzo de algo que quería haber hecho hace ya mucho tiempo. Es verdad que estuve viajando por Estados Unidos varios meses pero (el parón desde Half the Perfect World) se debía a que quería tener las canciones adecuadas. Ha sido un proceso muy natural llegar hasta aquí y la experiencia de tener el control de todo el proceso me ha ayudado a crecer como persona y como cantante”, explica la artista.
Las composiciones nacen de su experiencia personal y como tenía que escribir sobre sus propias vivencias –“no creo que haya mucho más que uno pueda contar”, dice– ha tenido que “abrirse” e introducir “elementos autobiográficos”, aunque no expone cuáles.