El último Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad de Jaén es del año 1981. Más de tres décadas después la capital sigue creciendo a golpe de modificaciones puntuales de ese PGOU e intentando aprobar un nuevo documento desde el mandato 2004-2007. Ahora el PGOU aprobado el pasado 30 de abril por el pleno municipal ha vuelto a estrellarse en la Junta de Andalucía, que ha emitido dos informes desfavorables, uno de Medio Ambiente y otro de Comercio.
Según explica el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Jaén, Javier Márquez, algunos de los puntos que se cuestionan son meramente técnicos y serán modificados por el equipo redactor para llevarlos nuevamente a pleno el próximo mes de octubre. No obstante, Márquez lamenta que el informe medioambiental aluda al águila perdicera de Jabalcuz para echar por tierra el planeamiento en la zona del cerro Almodóvar, “unico espacio que tienen los barrios de San Felipe y La Glorieta para disfrutar de equipamientos”. Mucho más peregrinos considera el concejal de Urbanismo los argumento esgrimidos por el Área de Comercio de la Junta para tratar de bloquear el centro comercial de Alvores, cuya inversión podría peligrar de retrasarse el ordenamiento de la zona. Los informes han enquistado definitivamente las maltrechas relaciones entre Ayuntamiento y Administración andaluza y el alcalde de Jaén, José Enrique Fernández de Moya ha anunciado una dura “presión social y política” si no avanza el PGOU.
Una "chapuza"
El PSOE de Jaén considera que el alcalde de Jaén, José Enrique Fernández de Moya, quiere limpiar a base de “amenazas y sobreactuación el espantoso ridículo" que, en su opinión, ha hecho con su "chapuza" del PGOU. Ante el anuncio de una "presión social y política jamás conocida" si no avanza el documento, el secretario local de los socailistas jienenses, Manuel Fernández Palomino, ha considerado que se trata de una "incomiable huida hacia delante", donde "la soberbia le hace incapaz de aceptar el espantoso ridículo".