Un gol de Juan Villar bastó para sellar el segundo triunfo seguido en casa para el Cádiz, de nuevo por 1-0, y la primera derrota de la temporada para un buen Algeciras CF, que nunca se dedicó a defender el empate y se mostró como un equipo ambicioso y sin complejos de ningún tipo.
El entrenador local, Raúl Agné no ofreció sorpresas en su alineación, cubriendo Juan Villar la ausencia del tocado Perico y entrando también Kike López, titular en el estreno liguero, pero sancionado en el segundo encuentro. La mejor noticia estaba en el banquillo, donde aparecía Jorge Luque tras superar sus problemas con las lesiones. Buena noticia que no quedaría ahí, ya que el cordobés tendría la oportunidad de entrar en la segunda parte.
Lo que llamaba la atención de la lista era la ausencia de soluciones ofensivas si el partido se ponía con mala cara. Junto a Luque se sentaban Fall, Dalmau, Ricky Alonso y Gato, el único referente de ataque, pero ningún delantero tras la salida de Carlos Álvarez.
Manolo Sanlúcar buscó refrescar su equipo con jugadores que no fueron titulares en la Copa, como Romero, Carlos Fernández, Máiquez, Ayala, Berlanga y Harper. El técnico dejó claro que las armas del Algeciras no van a ser encerrarse a defender un resultado y volvió a apostar por un juego de ataque de gran presencia de los dos extremos, Borja y Ayala esta vez.
Con respeto mutuo se encararon los primeros minutos de un partido con mayor dominio local. Pero la mayor calidad amarilla no se terminaba de convertir en ocasiones claras. Tanto es así que la primera oportunidad clara para marcar la tuvieron los rojiblancos, pero el saque directo de falta de Javi Chico se estrelló entre el larguero y las manos de un atentísimo Alejandro.
Un remate a bocajarro de Kike López en un balón parado supuso la primera gran opción cadista, pero Romero tapó todo el hueco posible y el balón terminó lejos de su objetivo, las redes de la portería.
Los de Agné eran dueños del juego, desbordando a los de Manolo Sanlúcar, que, eso sí, cuando tenían la opción de montar un ataque lo hacían de forma valiente y con las ideas muy claras, nada de encerrarse y esperar que sonara la flauta.
Hay acciones defensivas que valen tanto o más que un gol. Y una de estas la protagonizó Merino. El algecirista cortó un centro de Kike Márquez que se dirigía a ser rematado a gol por Kike López hasta que apareció la pierna salvadora del lateral rojiblanco ya dentro del área pequeña y con Romero batido.
El Cádiz CF estaba jugando muchísimo mejor que en la jornada precedente, en la que protagonizó un partido bastante espeso ante el Guadalajara. Sin embargo, las ocasiones no se traducían en gol todavía. El Algeciras, en un derroche de esfuerzo al que ya nos tienen acostumbrados los hombres de Sanlúcar, no le perdió la cara al partido en ningún momenyto e incluso fue superior en algunas fases del juego.
La segunda parte comenzó con el premio que a los locales se les había negado durante los primeros 45 minutos. Un centro pasado terminó en una volea espectacular de Juan Villar, que batió a Romero desatando la alegría en las gradas del coliseo capitalino.
El Algeciras, lejos de acusar el golpe, siguió demostrando su idea, jugar al fútbol sin miedos ni con una misión preconcebida de defender. Los rojiblancos movían el balón con criterio y dejaban ver que mucho se le tienen que torcer las cosas para pasar problemas esta temporada porque jugando así pocos partidos se perderán.
Para los locales, el gol suponía la dosis de tranquilidad necesaria para continuar afrontando un partido con el que se quería poner fin a la estadística de no ganar dos partidos seguidos en casa.
El discutido portero del Cádiz CF, Alejandro, sacó una mano prodigiosa para desviar un balón que se colaba por la escuadra. Aunque al final resultó que la jugada estaba invalidada, una falta rematada por Ryan Harper se estrelló en Josete y el balón cambió su trayectoria para dirigirse con fuerza al interior de la portería hasta que el vuelo del portero lo mandó fuera.
Los de Manolo Sanlúcar intentaban armar ataques en busca del empate, mientras que los amarillos, curiosamente, se habían desordenado un poco en el juego ahora que iban por delante en el marcador. Esta circunstancia no gustaba un pelo a Agné, que enseguida tomó cartas en el asunto conocedor de que el despiste de los suyos podría dar al traste con el resultado que de momento se veía en el marcador.
Pese a estos minutos de desbarajuste local, los contragolpes amarillos podían matar el partido en el cualquier momento, como pudo hacer Airam si no le hubiera señalado fuera de juego en una jugada muy apretada.
Dos cambios de Agné cambiaron la cara del equipo local. Primero, Jorge Luque entró para dar pausa y sentido al centro del campo, por otro, minutos más tarde se buscó la velocidad de Gato con la idea de armar algún contragolpe mortal para los visitantes.
Por su parte, los de Sanlúcar apretaron como nunca, pero el crono ya jugaba en su contra y se estrellaban una y otra vez con la bien plantada defensa local. Borja y Javi Chico lo intentaron, pero el gol no llegaba, mientras que Villar perdonó la sentencia.
Con Romero subiendo a rematar un balón parado y el Cádiz pidiendo la hora se llegó al final de un encuentro que dejó los puntos en el Carranza, pero la sensación de que los amarillos tienen mucho que mejorar y que el Algeciras va a perder muy pocos partidos si sigue por este camino.
- Ficha Técnica -
- Cádiz CF - 1: Alejandro, Ceballos, Fran Pérez, Josete, Andrés Sánchez, Mikel Martins (m. Fall, 82), Nafti, Juan Villar, Kike López (Gato, m.70), Kike Márquez (Luque, m. 61) y Airam.
- Algeciras CF - 0: Romero, Máiquez (Melchor, m. 72), Benítez, Carlos Fernández, Antonio Merino, Berlanga, Javi Chico, Borja, Parada (Alfaro, m. 46), Ayala (Carlitos Andújar, m. 61) y Harper.
- Gol: 1-0: Villar (m. 46).
- Árbitro: Del Olmo Codes (Colegio Andaluz) Amonestó con tarjetas amarillas a Carlos Fernández (m. 6), Nafti (m. 8), Merino (m. 19), Máiquez (m. 22) y Martins (m. 50).
- Incidencias: Encuentro correspondiente a la tercera jornada de Liga en el Grupo IV de Segunda División B. Unas 7.000 personas se dieron cita en el Estadio Ramón de Carranza, cuyo césped presentó un aspecto inmejorable. Presencia de un nutrido grupo de aficionados del Rayo Vallecano, cuya peña Bukaneros está hermanada con las Brigadas Amarillas. Se guardó un respetuoso minuto de silencio en memoria del aficionado Diego Fernández.