El primer edil tarifeño, Juan Andrés Gil, pidió la intersección de la Virgen para los pescadores tarifeños, un sector que lo está pasando especialmente mal, según describió el responsable del gobierno municipal.
Sus palabras también estuvieron dirigidas a otros sectores como el de la juventud, sobre el que dijo que padece de manera igualmente acuciada el desempleo. Gil García tuvo “un recuerdo muy especial” para los mayores. “Son lo más valioso que tenemos en la sociedad y para ellos pido también una intersección especial de nuestra Patrona”. En sus palabras, el alcalde tarifeño abogó por un nuevo orden social, un nuevo orden mundial más justo y solidario. Habló de ello en clara alusión a la tragedia del Estrecho y a la situación de los hermanos del norte de África.
Las palabras del alcalde no sólo volvieron a centrarse en la crisis económica actual, añadiendo en este sentido que el sector turístico en Tarifa está aportando mucho para mantener a flote a buena parte de la población, sino que también habló de devoción puramente. Valoró así que la devoción hacia la Virgen de la Luz supera fronteras municipales, y la Patrona se convierte en referencia de muchos pueblos vecinos.
Añadió que “Tarifa crece según crece también la devoción de las poblaciones hacia nuestra imagen”. Gil García afirmó sentirse afortunado y orgulloso de estar entre las generaciones escogidas para disfrutar de tantos eventos y celebraciones en torno a la Virgen de la Luz y apuntó al próximo año como momento de especial significado. No en vano, el 2014 será el centenario de la Cabalgata Agrícola de Tarifa, algo en lo que ya se piensa.
Finalmente, las palabras del primer edil de la ciudad fueron nuevamente de petición a la Patrona, volvió a solicitar su mediación para los responsables políticos del Ayuntamiento “para el gobierno y para los concejales de la oposición, para ellos pido luz para que juntos seamos capaces de dar la respuesta adecuada a los tarifeños. Te pedimos que nos ilumines para tomar las mejores decisiones conducidas por el interés público y no por nuestros intereses particulares”.
Y la celebración de esta eucaristía contó con el boato y la oficialidad esperados porque la corporación municipal entró en el templo “bajo mazas”. El propio sacerdote de San Mateo, Pedro Durán, los recibió en la puerta principal, conduciéndoles en procesión hasta el altar mayor de la iglesia.
Los responsables del Ayuntamiento y las componentes de la Corte oficial de Honor de estas fiestas patronales ocuparon así las bancadas centrales. La oficialidad se dispuso en orden jerárquico, siendo el Alcalde y su consorte, la Reina Juvenil, Lidia Blanco, y los representantes de la Policía Local, el Subinspector Jefe Pedro Panes, quienes ocuparon los primeros asientos. En la segunda línea se fueron situando el resto de concejales del gobierno y el reparto gradual continuó en la tercera y la cuarta línea de bancos donde podían localizarse a otros ediles de la oposición. En los sucesivos asientos estuvieron el resto del cortejo de damas juveniles y miembros de las hermandades y Cofradías de Tarifa.
En la primera parte de la liturgia se contó con las intervenciones de los ediles Carmen Myriam Iglesias y Juan José Medina que asumieron las primeras lecturas, mientras que la ofrenda a la Virgen fue responsabilidad de José Antonio Santos, Ana García Silva y la joven Reina de las Fiestas. El resto de damas del cortejo oficial pronunció las tradicionales peticiones durante esta misa.
En esta ceremonia de carácter religioso y oficial se contó con un cuerpo sacerdotal compuesto por el párroco Pedro Durán y por el vicario Antonio Montero, así como el sacerdote invitado para la ocasión, Agustín Borrell. La intervención del grupo de acólitos dio más lucimiento al acto, así como la inestimable colaboración musical de La Coral de Tarifa, bajo cuya dirección estuvo, como siempre, el compositor tarifeño e Hijo Predilecto de la ciudad, Fermín Franco.
San Mateo volvió a estar, un año más, repleto de fieles de la Patrona, la Virgen de la Luz.