La Policía de Sudáfrica ha abierto una investigación para esclarecer un posible fraude valorado en 15 millones de rands (alrededor de 1,1 millones de euros) en fondos propiedad del expresidente Nelson Mandela y de sus fundaciones.
El cuerpo policial especializado en la investigación de delitos económicos, conocidos como los Hawks, ha pedido a la Fundación Nelson Mandela, la Fundación Infantil Nelson Mandela y al Fondo Nelson Mandela registros de las transferencias bancarias de familiares, administradores y empleados, según el periódico 'Mail and Guardian'.
Los responsables de las empresas encargadas de gestionar los derechos de explotación por la venta de las obras artísticas relacionadas con el expresidente, los abogados George Bizos y Bally Chuene y el exministro Tokyo Sexwale, también han recibido la misma carta.
Aunque la Policía no ha dado más detalles de estas pesquisas --argumenta que no puede comentar este tipo de casos--, el periódico ha vinculado las peticiones con la denuncia presentada hace años por Mandela contra su antiguo abogado Ismail Ayob, acusado de fraude y falsificación de documentos. También están imputados la mujer de Ayob, Zamila, y su socio Ross Calder.
El caso se remonta al año 2003, cuando el líder contra el 'apartheid' se dio cuenta de que el que fuese su abogado durante años había vinculado varias compañías con los fondos obtenidos de la comercialización del arte. Además, Ayob habría falsificado de forma continuada la firma del antiguo mandatario.
El exabogado fue expulsado del conglomerado empresarial que gira en torno a Mandela tras años de batalla judicial.
REGISTROS ANULADOS
Según dos fuentes policiales, los Hawks solicitaron por carta los documentos que necesitan después de que la cúpula de las fuerzas de seguridad bloquease los registros que tenían previsto realizar en las fundaciones. 'Mail and Guardian' ha explicado que las autoridades temían el efecto que estas redadas podía tener en la opinión pública, aunque una fuente ha advertido de que siguen siendo una posibilidad.
Mandela, de 95 años, se recupera en su casa de Houghton tras ser dado de alta hace dos semanas de un hospital de Pretoria. Se encontraba ingresado desde principios de junio a consecuencia de una infección pulmonar recurrente que hizo a los sudafricanos temer por la vida de uno de los símbolos nacionales.
'Madiba' (su nombre de clan, con el que se le conoce popularmente en el país) ya había sido ingresado a principios de marzo a causa de una infección pulmonar.