Agentes pertenecientes a la Jefatura de Policía de Barrio Distrito Carretera de Cádiz de la Policía Local de Málaga han detenido a un individuo, natural y vecino de la ciudad y de 56 años, como presunto autor de un delito de hurto que fue sorprendido mientras robaba el bolso a un bañista en la playa de La Misericordia.
Los hechos tuvieron lugar el pasado 31 de agosto sobre las 14.30 horas en la playa de la Misericordia, a la altura del paseo marítimo Antonio Banderas, cuando un hombre que se encontraba durmiendo en la playa con su cabeza apoyada sobre un bolso tipo riñonera, levantaba la cabeza para cambiar de postura, hecho que, presuntamente, aprovechó el detenido para sustraerle el mismo y marcharse del lugar, según han informado desde la Policía Local en un comunicado.
La pareja de la víctima, que había entrado al agua para darse un baño, se percató de la maniobra del individuo y comenzó a gritar "al ladrón, coged al ladrón". El resto de bañistas al oírla retuvieron al individuo hasta que llegaron los agentes.
Una vez en el lugar, los policías locales se entrevistaron con las víctimas, que les contaron lo sucedido, manifestaciones que, además, fueron constatadas por testigos.
Por su parte, el individuo, que en primera instancia se mostró agresivo con la mujer, negando los hechos y resistiéndose a devolverle sus pertenencias, finalmente al ver que no tenía otra salida, terminó entregando los artículos robados a la misma, pudiendo comprobar los policías locales que dentro del bolso portaba dos teléfonos móviles de última generación, un reloj y unas gafas de visión, efectos que fueron valorados en unos 1.000 euros.
Ante los hechos, los policías locales procedieron a la detención del individuo y a su traslado a dependencias policiales, siendo, posteriormente, puesto a disposición judicial.
Según han precisado las fuentes citadas, entre las pertenencias del detenido, además de los objetos recuperados y entregados a su propietaria, había otros de "dudosa procedencia", tales como tres relojes, tres carteras, conteniendo cada una de ellas diversa cantidad de dinero --superando entre todas los 100 euros--, unas gafas de sol, y un martillo rompecristales.
Asimismo, entre los artículos incautados al individuo también había otro teléfono móvil, el cual terminó reconociendo que también había sido sustraído en la playa.