Tras la rueda de prensa de Pepe Mel el pasado lunes y el anuncio de puertas abiertas en la Ciudad Deportiva Luis del Sol para preparar el encuentro liguero del próximo jueves ante el Levante de Caparrós; cabría esperarse cualquier tipo de reacción excepto o en última instancia, el acontecido en el día de ayer dejando una lamentable imagen de cara al exterior.
El público y los medios de comunicación asistentes en la sesión matutina de este martes, presenciaron una de las escenas más dantescas que se recuerdan en el marco del beticismo actual.
De hecho, el suceso recordó más a tiempos pretéritos en los que regía el desgobierno institucional en la entidad heliopolitana y cuya facción radical se ‘apoderaba’ incluso de Juntas de Accionistas.
El episodio contó como protagonistas con una representación de varios miembros del grupo ultra Supporters Gol Sur; quienes tomaron el entreno y campando a sus anchas sobre el césped, se dirigieron hasta el entrenador y dos de los capitanes del equipo, Jorge Molina y Nacho, para entablar una charla en todo momento de manera amistosa y sin incidentes ni altercados de ningún tipo.
La conversación entre ambas partes discurrió en un tono tranquilo y pacífico, cuyo contenido y principal asunto de debate giró en torno a la pésima situación en el campeonato amén del compromiso y esfuerzo necesario que el los radicales béticos partícipes en el diálogo solicitaron a técnico y futbolistas que ni siquiera la seguridad del club contratada para la vigilancia en estos casos, en previsión de evitar cualquier altercado y por precaución, impidió.
Por lo demás, la afición congregada en el recinto deportivo aplausos y pitos a los futbolistas casi en la misma medida; si bien en esta ocasión no se generaron reprimendas subidas de tono como ocurriera dentro de la normalidad hace un año después del derbi del Sánchez Pizjuán. El discurso de Mel en sala de prensa ha calado entre la gente pero la entrada en acción de los radicales sin duda, ha resultado nefasta.
