El Barcelona mantuvo su condición de invicto en la Liga Endesa, al derrotar, en un insípido encuentro, al Canarias (87-71), que no pudo contrarrestar el juego interior de un equipo que sigue sin acabar de mostrar continuidad en su juego.
Los catalanes tuvieron suficiente con la fortaleza de Ante Tomic -máximo anotador del partido con 16 puntos- y Lampe para imponerse ante un rival que no se acabó de creer la posibilidad de asaltar el Palau Blaugrana.
Empezó el partido con un Barcelona dubitativo, débil en el rebote defensivo y con poco acierto en el tiro exterior. El equipo de Alejandro Martínez lo aprovechó con un Blanco muy activo en el perímetro que dio la primera ventaja para los insulares (2-7).
Los catalanes reaccionaron de la mano de Marcelinho, que hizo carburar la aún poco engrasada maquinaria azulgrana con un par de asistencias a Papanikolau y a Tomic, que sellaron el 23-17 con el que se llegó al final del primer cuarto.
Parecía que los locales empezaban a sentirse más cómodos en la pista gracias a la jerarquía interior de Tomic -el más destacado de su equipo en los dos primeros cuartos- pero dos triples de Biviá volvieron a dar vida a los laguneros con un parcial de 0-7.
Navarro puso tierra de por medio con cinco puntos consecutivos, si bien las lagunas defensivas de los de Xavi Pascual fue aprovechada por su rival que se mantenía firme gracias a Sekulic y Richiotti, máximo anotador de los visitantes con 14 puntos.
Dieron aire los triples de Lampe y Abrines que sirvieron para que los azulgranas se fueran al vestuario con una ventaja de siete puntos (48-41), a pesar de mostrar un juego irregular y poco vistoso ante un rival muy sólido y competitivo en los dos primeros cuartos.
Tras la reanudación, los locales imprimieron una marcha más. Marcelinho volvió a comandar con maestría, Navarro dio muestras de su talento ofensivo y tanto Tomic como Todorovic se sintieron solidos en el poste bajo.
Así el Barça consiguió una renta cómoda de trece puntos, mientras los amarillos se aferraban al acierto exterior de Úriz y Richiotti para mantenerse vivos en el partido.
Ante la poca fluidez en su juego, los de Pascual se dedicaron a rentabilizar su ventaja con el dinamismo de Sada, mientras que los canarios seguían sin querer hacer daño, a pesar de los triples consecutivos de Biviá y Rost.
Un mate espectacular de Todorovic y un triple de Abrines acabaron con las esperanzas locales. El Barça consiguió una victoria de 16 puntos de ventaja, la quinta en la ACB, y sigue invicto. La sensaciones, sin embargo, continúan siendo un tanto dubitativas.
