El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero cree que una de las cosas que ha hecho bien hasta ahora su sucesor en la Moncloa, Mariano Rajoy, es mantener "cierta prudencia" con Cataluña, aunque ha advertido de que simplemente eso "no es la solución", y de que a medida que pasa el tiempo se complican las posibilidades de diálogo.
En una entrevista en Onda Cero recogida por Europa Press, Zapatero ha opinado que para resolver la tensión soberanista instalada en Cataluña hay que optar por el diálogo "hasta la extenuación" y que hay terreno "para el entendimiento", pero cree que el paso del tiempo no juega precisamente a favor de recuperar el consenso.
A su juicio, el problema "evidente y preocupante" es que el nacionalismo mayoritario "parece que se va al soberanismo", así que cree que "hay que intentar reconvertirlo". "Sabemos que la mayoría de los argumentos que se esgrimen no tienen fundamento, pero el sentimiento está ahí", ha añadido.
Dicho esto, se ha mostrado crítico con el lema "España contra Cataluña", título de un simposio organizado por un centro de estudios dependiente de la Generalitat. A su juicio, eso es "intelectualmente muy difícil de asumir porque sería tanto como España contra sí misma". "España necesita a Cataluña, España quiere a Cataluña porque Cataluña es España", ha añadido.
El expresidente cree que la situación de Cataluña es el principal problema a los que habría que dar respuesta en el marco de una reforma de la Constitución, junto a la falta de claridad en las competencias y en la financiación autonómica y al "problema de lealtad y de cooperación de las comunidades autónomas".
Eso sí, preguntado si la reforma tiene que ser en sentido federal, ha respondido que el debate "de etiquetas" tal vez no lleve a ningún sitio, y que lo que hay que hacer son reformas que ayuden a resolver los problemas, tanto si van en la línea de parecerse más a Estados federales como si no. Eso sí, espera que Rajoy y el jefe de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, puedan "dialogar en esa dirección".
ELOGIA EL PLAN DE PAGO A PROVEEDORES
Para Zapatero, otro acierto del Gobierno del PP ha sido el plan de apoyo al pago a proveedores, aunque también tenga su "cara y su cruz". El expresidente ha elogiado la medida porque ha supuesto una ayuda a las empresas y ha recordado que lo mismo pretendía su 'plan E', que recibió tantas críticas.
En cambio, cree que "hay algunas cosas del Estado del bienestar que no merece la pena recortar", y ha puesto como ejemplo el copago sanitario, que su Gobierno tuvo sobre la mesa en mayo de 2010 y no aplicó después de recibir un "amplio informe de cuánto se podía ahorrar y lo que perturbaba socialmente". "Hay cuestiones que son muy sensibles, más allá de lo que supone la obligación de reducir el déficit", ha opinado.
Con todo, ha augurado que España podrá "recuperar gran parte de lo perdido" en materia de Estado del bienestar. En su opinión, la clave del futuro de España estará en ver cómo competir con otros países "manteniendo derechos laborales" porque, a su juicio, no puede ser que los costes se reduzcan "sólo con cargo a los salarios".
ORGANISMOS INTERNACIONALES APRIETAN CON LA REFORMA LABORAL
En este sentido, ha avisado de que aunque la reforma laboral que hizo el Gobierno del PP está "en la línea de lo que les gusta" a los organismos internacionales, estos "todavía quieren ir más allá". Zapatero ha recordado que él resistió todas las presiones para acabar con el salario mínimo interprofesional (SMI) y para crear un "contrato de crisis".
Preguntado cómo habría actuado él a partir de noviembre de 2011 para reducir el déficit, Zapatero subraya que el problema es sobre todo de liquidez y de "cierta pugna entre acreedores y deudores" y que la tensión de los mercados se ha relajado cada vez que el BCE ha hablado o actuado. "Si el BCE ayudara reduciríamos (déficit) con más facilidad", ha remarcado.
ERA "DESESPERANTE" COMBATIR LOS RUMORES
Con motivo de la publicación de su libro ('El Dilema', editado por Planeta) el exjefe del Ejecutivo recuerda como una de las tareas más "desesperantes" el tener que combatir los rumores de los mercados y ha recordado cómo en alguna ocasión se reunió con responsables de fondos o de medios internacionales que no conocían "con exactitud" los datos reales de la situación del Tesoro.
En esa línea, ha opinado que ha habido "cierto prejuicio hacia los países periféricos" y se ha generado "un relato de que esta es una crisis entre ahorradores y lo que han gastado", algo que considera "radicalmente falso" y, por tanto, si el relato "se consolida será muy negativo para la zona euro".
Zapatero ha vuelto a incidir en que no le importa reconocer sus errores y asumir las críticas, afirmando que discrepa del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, al que ha oído decir que "reconocer un error es equivocarse dos veces". No obstante, ha dejado claro que no le gusta es "la descalificación por la descalificación, basada en estereotipos y en etiquetas".