Es uno de los barrios más deprimidos de la capital onubense, encerrado entre las marismas y Las Colonias, y que además de tener que luchar con su realidad, tiene que enfrentarse a la desidia de un Ayuntamiento que poco o nada hace para que Marismas del Odiel salga del pozo y tenga la atención que cualquier otra zona de Huelva recibe.
Prueba de ello es que las peticiones de sus vecinos prácticamente nada han cambiado en años. Así, la asociación de vecinos, presidida por Matías Lazo, remitió un escrito en marzo de 2010 que se ha ido repitiendo hasta la actualidad, sin que se haya respondido a casi ninguna de las peticiones.
Por ejemplo, en este escrito solicitaban que el parque ubicado en la avenida Unión Europea volviera a su función inicial, ya que su uso se ha distorsionado y desde hace mucho tiempo se emplea como zona de aparcamientos. En la actualidad, todo sigue igual: de parque infantil a parking improvisado.
Los vecinos también reclamaban en marzo de 2010 el arreglo del tendido eléctrico, cuyos cables están en muy malas condiciones y al alcance de cualquiera; y el arreglo de las alcantarillas. Nuevamente, todo sigue igual.
Lo mismo sucede con el parque que los vecinos llaman de los 100 millones, porque es lo que costó en su momento, y sobre el que se reclamaba su limpieza. Más de tres años después, los operarios de limpieza brillan por su ausencia en la zona, y sólo pasan una vez al año, cuando se acercan las Fiestas de La Cinta, ya que la patrona de los onubenses pasa por las inmediaciones.
Sobre la limpieza general del barrio, la poda de vegetación y el alumbrado, más de lo mismo, lamenta Lazo, que relata que las calles “son adecentadas por los propios vecinos”, y la basura se amontona en “escombreras incontroladas” sin que nadie haga nada. Por ello, insiste en que “el Ayuntamiento sigue ignorando a Marismas del Odiel”.
Conexión con La Navidad
Pero lo que más indigna a Lazo es la carretera que conecta el barrio con la barriada de La Navidad, la única vía de entrada de vehículos de grandes dimensiones, bomberos o ambulancias.
Se trata de una carretera que el Ayuntamiento realizó a petición de los vecinos, una de las pocas demandas que ha respondido y que así se recogía en el escrito de marzo de 2010: zona de paso peatonal hacia la barriada de La Navidad, tanto peatonal como abierta al tráfico desde la terminación de calle avenida Miramar hasta la Navidad.
Se hizo en enero de 2012, y un año después su estado ya era lamentable. Ahora, la carretera luce llena de socavones y poco a poco se está hundiendo. De hecho, Lazo asegura que son continuas la quejas de los operarios de los camiones de basura.
A pesar de la continua petición de arreglo por parte de los vecinos al Ayuntamiento, también aquí todo sigue igual.
Mientras, el tiempo pasa, los vecinos desesperan y el Consistorio mira para otro lado. Lo dicho, todo sigue igual.