El Ayuntamiento de Córdoba ha rendido homenaje este miércoles a las dos agentes de la Policía Local de la capital María de los Ángeles García García y María Soledad Muñoz Navarro, que fallecieron tiroteadas en acto de servicio el día 18 de diciembre del año 1996 tras un atraco a un banco, junto a la Plaza de las Tendillas, en el que también resultó herido el guardia de seguridad Manuel Castaño, presente esta jornada en el Consistorio.
En un acto emotivo con los familiares, el alcalde de la ciudad, José Antonio Nieto, ha entregado a título póstumo a las dos agentes la Cruz del Mérito Profesional, en su modalidad de primera categoría y con distintivo rojo, recogidas por el hermano de María Soledad y el hijo de María de los Ángeles.
En este sentido, Nieto ha resaltado que fueron "dos mujeres pioneras en la labor de Policía Local", además de "dos mujeres valientes que supieron hacer su labor, que no se escondieron, dieron la cara y desgraciadamente se encontraron con las balas y los criminales que les arrebataron la vida".
Al respecto, el regidor ha señalado que "el recuerdo de ese día sigue estando presente y se mantendrá vivo", al tiempo que ha manifestado que espera que "nunca más se repita un acontecimiento como éste".
Mientras, el hermano de María Soledad, Martín Muñoz, ha relatado que "su ausencia es algo que sentimos realmente, que nos duele profundamente y que se nos ha hecho mucho más llevadera gracias al apoyo del Ayuntamiento, de los compañeros y el cariño constante de todos", a lo que añade que "la labor de Policía solamente se mide su responsabilidad y extensión cuando suceden cosas como ésta".
En concreto, el suceso se registró sobre las 8,50 horas de un día como hoy hace 17 años a la altura de la Ermita del Pretorio, donde las dos agentes de la Policía Local fallecieron tras ser tiroteadas en una persecución a un turismo de color blanco. Las agentes perseguían a los dos autores de un atraco en una sucursal del Banco de Santander junto a la Plaza de las Tendillas, que se produjo sobre las 8,30 horas.
Minutos después, ya se registraron disparos a la altura de la calle Los Omeyas entre los atracadores y la Policía Local, donde hubo cuatro heridos, entre ellos el guardia jurado Manuel Castaño, que utilizaron como rehén.
A QUEMARROPA
Con posterioridad, el tiroteo continuó en la zona adyacente, a la altura de la Ermita del Petrorio, donde un coche de la Policía Local pretendía interceptar el turismo en el que huían los atracadores. En ese momento, uno de los atracadores descendió del vehículo y, de pie, junto al coche patrulla de la Policía Local, ametralló a los agentes a quemarropa.
De hecho, las dos agentes de la Policía Local cordobesa ni siquiera tuvieron tiempo de descender del coche patrulla.