El equipo de Gobierno ha comunicado que desde que el IEDT, dirigido por el diputado del PP, Ignacio Romaní, suspendiera el Club de Empleo en la unidad de Fomento del ayuntamiento de Sanlúcar y meses más tarde despidiese a las dos técnicos que prestaban también sus servicios en el PIE de Sanlúcar, han sido cientos los correos, cartas y llamadas efectuadas desde la Delegación de Fomento sin obtener ni una sola respuesta. Ahora, dos años después, “de prisa y corriendo, exige al ayuntamiento de Sanlúcar que le de solución a un problema de alojamiento a un programa que dirige la propia Diputación de Cádiz, sin haberse percatado de que no tenía previsto ni tan siquiera las aulas donde estas acciones formativas debían impartirse”.
El ayuntamiento sanluqueño comunica se ha atendido provisionalmente las necesidades de estos alumnos y monitores al objeto de no tener que suspender esta acción formativa en la ciudad, pese a que no se ha contado en absoluto con los servicios municipales del Área de Formación y Empleo dirigida por Juan Marín, y en pos de ofrecer una solución al problema planteado por los hechos enumerados. El pasado lunes 30 de diciembre el director de Viñas de Sanlúcar presentó sus quejas porque las instalaciones donde provisionalmente se ha ubicado los alumnos no cumplen, a su juicio, con los mínimos de calidad que deben establecerse para esta acción formativa, algo en lo que el delegado municipal coincide y que, tal y como se le comunicó, es precisamente temporal mientras se busca otra opción.
A día de hoy está pendiente aún la firma del convenio entre Diputación y Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda para la ocupación de las aulas de Sala del Agua ya que en él deben recogerse las condiciones de la cesión y el número de aulas necesarias para las dos acciones formativas, ya que habrán de realizarse obras de adaptación en al menos una de las aulas de Viñas de Sanlúcar.
Pese a los esfuerzos por dar solución a este asunto por el Ayuntamiento de Sanlúcar, el Sr. Romaní acusa de “deslealtad institucional” a este ayuntamiento y al delegado de Fomento Juan Marín, a lo que Marín responde “la actitud de este señor es irresponsable, ineficaz y desconocedor de sus competencias, ya que ni tan siquiera se ha dignado a cogerme el teléfono en dos años”.