El Fuenlabrada ha humillado (83-107) a un CB Valladolid sin capacidad ni organización, que se vio arrollado desde el inicio por el juego del equipo madrileño, mucho más centrado y consciente de la importancia de la victoria de cara a la permanencia, que fraguó desde el exterior (16 triples).
El Fuenlabrada salió dispuesto a sorprender a los vallisoletanos desde el minuto uno y asedió la canasta local ante la escasa efectividad de su defensa, para establecer un parcial de 2-12 que obligó a Ricard Casas a solicitar un tempranero tiempo muerto para despertar a sus jugadores.
El conjunto morado se vio superado en todas las facetas, en el juego interior y en el exterior, en el que Daniel Pérez mostró su solvencia para terminar con 16 de valoración en el primer cuarto, por lo que, a pesar de mejorar en el plano ofensivo, el CB Valladolid no pudo recortar diferencias (18-29).
El conjunto fuenlabreño mantuvo su efectividad desde la línea de 6,75 y, aunque los locales no bajaron los brazos e intentaron hacer frente a esa mayor calidad individual del rival, no fueron capaces de encontrar el arma adecuada y siguieron a remolque de los madrileños en el juego.
La salida de Sinanovic no sirvió para frenar el mayor dominio visitante en la pintura y ni Rowe ni Vilhjalmsson fueron el líder que necesitaba el equipo local para cambiar el rumbo del partido, con lo que el Fuenlabrada llegó al descanso con una renta de doce puntos (41-53).
Tras la reanudación, el CB Valladolid, lejos de reaccionar, volvió a quedar bajo el control de los madrileños, que no perdonaron los errores locales para establecer un parcial de 2-10 en cuatro minutos, que dejaba el marcador en 45-62 y a Casas desesperado intentando romper la dinámica negativa con un nuevo tiempo muerto.
El público vallisoletano comenzó a pitar a su equipo y a pedir la salida de Casas, ya que no se vieron cambios en el sistema defensivo local, a pesar de que el Fuenlabrada anotaba cómodamente un triple tras otro, lo que desesperó a los aficionados y a los propios jugadores, testigos impotentes del dominio del Fuenlabrada, que terminó el tercer cuarto con 18 puntos de renta (57-75).
El último tiempo fue más de lo mismo, un querer y no poder del CB Valladolid ante un Fuenlabrada entonado, más coordinado como bloque y con las ideas más claras que, incluso con bajones defensivos, se llevó una contundente victoria de Pisuerga (83-107), que hunde aún más al conjunto morado.