La Audiencia Provincial de Granada ha condenado a siete años y medio de cárcel a un hombre, de iniciales J.V.R., por intentar matar a puñaladas a una mujer que había acudido a su domicilio a consumir sustancias estupefacientes, atribuyéndole un delito de homicidio en grado de tentativa.
Además de la pena de cárcel, el tribunal de la Sección Primera le impone al procesado --que en 1993 ya fue condenado en sentencia firme por robo con homicidio a la pena de 23 años-- prohibición de aproximación a la víctima por diez años, y el pago a ésta de una indemnización de 10.795 euros, por las lesiones y secuelas causadas.
Asimismo, acuerda absolver a otro hombre que estaba inicialmente acusado, al considerar que no sólo no intentó herir a la víctima, sino que buscó ayuda para trasladarla a un centro sanitario.
Según consta en el fallo, al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos se remontan al 3 de diciembre de 2012, cuando la mujer había acudido al domicilio del procesado J.V.R. con intención de consumir sustancias estupefacientes, lo que hicieron en compañía de otro hombre --el inicialmente imputado-- y otra persona.
Estos dos últimos se marcharon a un dormitorio de la vivienda, y la mujer y J.V.R. se quedaron en el salón, cuando "de forma sorpresiva", el hombre cogió un cuchillo de "importantes dimensiones" y, tras decirle "te voy a hacer un favor", se lo clavó en la zona torácica.
Tras esa primera acometida, que le provocó una penetración en la cavidad pleural de entre 4 y 5 centímetros, intentó una segunda, de la que la mujer se protegió sufriendo cortes en la mano izquierda.
Alertados por los gritos, los otros dos, que se encontraban en otra habitación, acudieron al salón y, al observar las heridas de la víctima, uno de ellos trató de ayudarla cuando ella logró salir de la vivienda. De hecho, trató de detener algún vehículo que pudiera trasladarla a un centro sanitario, y en la calle se encontró con la pareja sentimental de la lesionada, que avisó a una ambulancia.
A consecuencia de los hechos, la mujer sufrió heridas inciso-contusas en la región torácica y en la cavidad pleural, además de un neumotórax, que supusieron un "riesgo vital" para la víctima en caso de no haber recibido tratamiento médico con urgencia.