Chiqui Calderón ofrecerá un concierto, hoy jueves 6 de febrero, en el Teatro Duque-La Imperdible de Sevilla, donde volverá a sonar su último trabajo discográfico, La memoria y el vicio.
Para este trabajo discográfico Chiqui apostó por uno de los mejores productores musicales del momento, Joaquín Calderón, que además es su hermano, y eso, el vinculo consanguíneo, hace todavía más solida la relación músico-productor, llevando cada creación por el camino de la compenetración, la elegancia y el buen gusto.
A la potente voz, cuando las circunstancias lo requieren, de Chiqui, se suman músicos de una calidad contrastada como Álvaro Gandul, un virtuoso del piano que además toca el acordeón, la armónica y los sintetizadores; Fran Cortés con su estilo original de entender la guitarra flamenca; Rafa Torres al contrabajo, al que Eduardo Ruiz, que ha mezclado y masterizado el disco, ha sabido sacar un buen jugo; y Joaquín Calderón con el violín, la guitarra española y el bouzuki , completan una terna sobradamente cualificada para crear un disco redondo, que ya probo las mieles del éxito en su presentación y que ahora nos volverá a deleitar.
La memoria y el vicio es el segundo trabajo discográfico de Chiqui Calderón y, lejos de padecer la maldición del segundo disco, este larga duración consolida a su creador como un músico de presente y futuro en el panorama musical nacional.
Son muchos los conciertos que lleva a sus espaldas y en cada uno de ellos nos sorprende con nuevas ideas y diferentes formas de expresarse.
Al ser cuestionado sobre lo que para él es este disco, Chiqui Calderón contesto:
“La memoria y el vicio es un comunicado para satisfacer de alguna manera mis necesidades. Es el recuerdo, el instinto, la virtud, lo imperfecto y lo casual. Consecuencias fundamentales que organizan mis experiencias. Es un homenaje a todos los seres humanos que imaginé, conocí y conozco, es el conjunto de todos, percepción y aprendizaje.
Son emociones, las mías… es lo que pude hacer y hago, habla de lo que quise hablar, de lo inevitable, y como lo pude contar. Es un trabajo libre de pensamiento, humano, con sus luces y sus sombras. Está hecho con los últimos principios y causas de mi forma de ver el mundo. Es la memoria inoportuna y el vicio consentido”.
Estamos, pues, ante una cita ineludible para los amantes de la música con calidad y que cuenta cosas, aunque no haya una intención premeditada de crear un mensaje.
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