El Gobierno local no parece tener excesiva prisa en aprobar los presupuestos correspondientes al año en curso a pesar de que lo habitual es que este documento reciba el visto bueno del Pleno antes de la finalización del ejercicio anterior. La alcaldesa, María José García-Pelayo, advirtió ayer de que “no renuncia” a que los presupuestos sean aprobados en Pleno a finales de febrero, y en cualquier caso espera que ese proceso se culmine “lo antes posible”.
El argumento esgrimido por la regidora es la pretensión del Gobierno de aprobar “unos presupuestos reales”, ya que “no valen faenas de aliño ni apaños”. “Tenemos que incluir las cuantías que este Ayuntamiento tiene capacidad de devolver a las entidades financieras como consecuencia del ICO. Prefiero unos presupuestos bien hechos y realistas, aunque tarden un poco más, que unos que sean un engaño para todos”, apostilló.
La cuestión de fondo es que la alcaldesa se “niega” a que esos presupuestos contemplen unas partidas “a las que luego no se pueda hacer frente”. “No tiene sentido dar una patada hacia adelante”, zanjó. Según García-Pelayo, el delegado de Economía, Enrique Espinosa, “sigue perfilando” con las diferentes delegaciones esos presupuestos para “ajustarlos al máximo”, considerando que el equipo de técnicos del Consistorio está trabajando “muy bien” para lograr el objetivo.
El PSOE urge la aprobación del documento
El grupo municipal socialista ha exigido la presentación “inmediata” de unos presupuestos “creíbles” que recojan unos ingresos “reales”, al tiempo que espera que el Gobierno local explique lo antes posible “cómo se va a afrontar la amortización de los créditos del ICO si hasta la fecha no se han pagado ni los intereses”. El PSOE se mostrará “especialmente vigilante” con el capítulo de ingresos que el Consistorio remita al Ministerio de Hacienda, “sencillamente” porque no cree en la veracidad de esos números.