La historia se repite en Icovesa. Después de una pequeña tregua que apenas ha llegado a un mes tras la oleada de robos de diciembre, los asaltos con fuerza a los negocios de la zona vuelven a traer de cabeza a los comerciantes. El pasado lunes una joyera lograba zafarse de sus dos atracadores mientras era apuntada por uno de ellos con una pistola al conseguir pulsar la alarma que da aviso al 091. Los dos salieron huyendo. Menos suerte tuvo otra dependienta de una firma de ropa infantil de la avenida del Mosto que perdió toda la recaudación del día el pasado viernes cuando un sujeto, visiblemente nervioso, que también le mostró una pistola, le amenazó para que le entregara todo el dinero. A este robo, hay que sumar el que también ha sufrido una peluquería de la calle Oloroso en las últimas horas.
Estos episodios, sumados a otro incidente ocurrido en la barriada, tal y como relatan los vecinos, cuando un hombre intentó irrumpir en una vivienda aprovechando un despiste de una inquilina, han vuelto a poner en alerta al barrio. Ante estos últimos acontecimientos, el presidente de la asociación de comerciantes de Icovesa, Julián Martínez, volvió a reclamar ayer la presencia de la extinguida figura de la Policía de Barrio. A estas alturas no ve otro modo de disuadir a los delincuentes de una zona que alberga a más de 300 negocios de todo tipo y que históricamente está demasiado castigada por este tipo de asaltos. Una situación que además ha ido a más por la crisis.
Reconoce que en los últimos meses la Policía Nacional patrulla la zona con los coches con más frecuencia, el problema, como lamenta, es que sigue siendo insuficiente.
“Estamos hablando de una zona muy grande, con muchos callejones y muchos rincones, y si el coche patrulla y viene a la media hora en ese tiempo les da tiempo a robar perfectamente”, señala. Por ello, en consonancia con las reivindicaciones de la asociación vecinal de Las Torres, los comerciantes creen que estos sucesos no van a cesar hasta que los ‘cacos’ vean parejas de agentes recorriendo la zona a pie con regularidad, de manera que se hagan con la zona y tengan contacto directo con los negocios de este entorno.
“En la calle Larga es raro no ver a tres pareja de agentes del 092 patrullando cada día, y a los policías también en las motos, aquí necesitamos eso, que vean a policías dando vueltas”, manifiesta. De lo contrario, el representante de los comerciantes tiene claro que seguirán denunciando robos en los negocios, una lacra que lleva demasiados años instalada en este popular barrio jerezano.
Más patrullas de la Policía Nacional
Varias patrullas del 091 vigilaban ayer por la noche la zona comercial de esta barriada ante los últimos episodios de robos con violencia producidos en este barrio. Una presencia policial que ha aumentado en los últimos meses pero que sigue siendo insuficiente.
