El delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, se despachó ayer a gusto contra la Junta de Andalucía, a la que exigió financiación para la Ciudad de la Justicia, le espetó que no conservara las Atarazanas y cuestionó sus criterios urbanísticos, especialmente en Cartuja, aunque sí que adelantó que en tres meses decidirán si continúan con la SE-35 u optan por la alternativa que ya tenían preparada por la A-4 en San Nicolás Oeste.
Vílchez, que presentaba una nueva aplicación para conocer los monumentos de Sevilla, exigía a la Junta que se dejara de “excusas fútiles y baladíes” y consignaran un presupuestos para hacer la Ciudad de la Justicia en el Prado “aunque sea por partes”. Según apuntó, las tres propuestas son “confirmes a la norma urbanística”, el proyecto es diferente al de la Biblioteca del Prado y defendió que “como está conformado no tiene “impacto visual en el Patrimonio, recordandoq ue no pusieron ninguna pega con la Torre Pelli.
Sobre patrimonio también afirmó que “no se puede consentir” que la Junta “no conserve” las Reales Atarazanas y recordó la oferta de implicación realizada el miércoles por el alcalde. “Zoido tiene seguro un proyecto para este edificio”, dijo.
En materia de urbanismo, las críticas se elevaron de tono, especialmente en la negativa de la Junta a aceptar el puente peatonal que quieren desarrollar entre Torneo y Cartuja, una “incongruencia” cuando hay un puente planteado “pero en otro lugar” pero sí que aceptaron que en la pasarela peatonal actual se abriera al tráfico rodado.
“No se ajusta a razones, sino que lo hace para fastidiar al Ayuntamiento y poner palitos en las ruedas, a pesar de que cuando se diseñó ese nuevo puente, con el anterior gobierno, a la Junta le parecía maravilloso. El informe que nos han remitido es clarísimamente sectario y les importa poco que se cree empleo o riqueza en la ciudad”, decía.
También en materia de urbanismo, Vílchez anunció que ya se trabaja con tres posibles alternativas al trazado de la SE-35 y que pasarían por conectar San Nicolás Oeste, donde se prevé la instalación de Ikea, a través de la A-4, de forma que se solventaría la urgencia de solucionar los problemas de acceso. La decisión sobre si ejecutar una de estas opciones o continuar con el proyecto de la SE-35 se tomará en tres meses una vez que el Ministerio de Fomento se haya pronunciado.