—Atlético Sanluqueño—Facundo Lupardo, Antonio Moreno, Blanco, Oca, Dani, Beñat, Salvi, Gonzalo Poley, Antón (Abel Luque 69’), Peral (Juanse 69’) y Chakir (Óscar Silva 84’).
—Sevilla Atlético—David Soria, Modesto, Moy, Martínez, Israel Puerto, Beto, Jhony (Juanje 77’), Nahuel, Juan Muñoz, Eugeni (Javi Medina 61’) y Joaquín (Garrido 71’).
Árbitro: Abraham Domínguez, del Colegio Andaluz. Vieron la cartulina amarilla los jugadores Oca (20’), Blanco (24’) , Modesto (24’), Nahuel (28’), Antón (34’), Eugeni (57’), Israel Puerto (73’), Garrido (77’), Martínez (87’), Dani (93’) y en dos ocasiones Beto (30’ y 64’), de ahí que fuera expulsado.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la jornada 28 del grupo cuarto de la Segunda División B. Unas 1.200 personas en el Estadio El Palmar. Amenaza de lluvia, que no llegó a consumarse. Terreno de juego en buenas condiciones.
El Atlético Sanluqueño va camino de Tercera División. No hay más que mirar los últimos cuatro resultados que ha logrado en casa: 0-1 ante el Almería, 0-1 ante la Balona, 0-1 ante el Guadalajara y 0-0 ante el Sevilla Atlético. Un punto de 12 posibles, con 0 goles a favor y 3 en contra. El partido fue pobre en juego y en vistosidad. No hay más cera de la que arde, a pesar de que la Semana Santa se aproxima. Que el portero local y el visitante sean prácticamente meros espectadores fue un insulto a este deporte. Dos equipos tensos, con ansiedad por la necesidad de sumar los puntos en juego y otros factores hacen pensar que el Atlético Sanluqueño volverá a instalarse en la categoría en la que siempre ha militado. Ni los jugadores que han llegado, sobre todo los de tinte atacante, parecen ser la solución, ni los que están llamados a tirar del carro son lo que eran.
Un empate a cero que fue fiel replejo de un pésimo partido. Ni el gran partido de Salvi, que se echa el equipo en lo alto, fue suficiente. Atrás quedaron aquellas gloriosas tardes, hoy la gran realidad. El descenso del Atlético Sanluqueño, salvo sorpresas de última hora, será un triste desenlace. Al menos si no es capaz de marcar goles: 19 en 28 jornadas. La indiferencia es el peor síntoma de toda esta situación. Dicen que fue bonito mientras duró salvo que surjan los milagros.
