Algunos lo catalogan de reservón. Otros de poco eficaz en ataque. Pero lo cierto y verdad es que el resurgimiento del equipo durante febrero e inicios de este mes de marzo se debe a un importante cambio en el sistema de Unai Emery. Y es que cuando todos señalaban que el técnico vasco no estaba siendo consecuente con el estilo de juego en relación a la plantilla que posee, tachándole incluso de temerario queriendo hacer jugar a este Sevilla como si fuese el Barça de Guardiola, el de Hondarribia se ha sacado un as de la manga.
Un ‘truco’ que ha propiciado sumar siete de los últimos nueve puntos disputados. O lo que es lo mismo, dos victorias y un empate ante rivales de la zona alta como el Valencia o la Real Sociedad. Y todo ello a cambio tan de sólo dos goles, el de Coke en Vallecas y este último de Gameiro frente a los donostiarras. Tal vez por ello se le tache de reservón, pero en un deporte donde los resultados mandan no hay mejor fármaco para la enfermedad que defender para luego atacar, y si es posible ganar. Porque a pesar de sumar tres jornadas consecutivas sin encajar un solo tanto, no hay que olvidar que el Sevilla es el quinto conjunto de la Liga más goleado (41), sólo superado por los últimos cuatro de la tabla (Almería, Valladolid, Rayo y Betis, respectivamente). Por ende, la mentalidad defensiva de los últimos encuentros, a pesar de restar en vistosidad, da más que quita y si el objetivo es Europa quizás no haya otro camino más fiable que éste.
Con la defensa en cuadro para viajar a Almería
La victoria del pasado domingo frente a la Real dejó al Sevilla con varias bajas para el choque del fin de semana en Almería, como por ejemplo la de Fazio y Alberto Moreno, que cumplirán sanción. Otro que no estará será Nico Pareja, que padece un proceso vírico aún en estudio y que estará varias semanas en el dique seco.